Un joven español fue condenado a 26 años de prisión por filmar y difundir más de 600 imágenes de mujeres, incluidas menores de edad, en un sitio web pornográfico con sede en Estados Unidos.

El muchacho obtenía las imágenes en un gimnasio en la universidad donde estudiaba o captándolas ilegalmente de perfiles de mujeres en las redes sociales.

La sentencia del Juzgado en lo Penal 2 de Cáceres, fechada el 11 de diciembre y que difundió este domingo Europa Press, considera al acusado, que está con prisión provisional desde mayo de 2017 por esa causa, responsable de odio de género, atentado a la integridad moral de las personas, difusión de material pornográfico y defraudación de telecomunicaciones.

Asimismo, se le prohibió acercarse o comunicarse con las víctimas, así como una indemnización de 300 euros a cada una de ellas y el decomiso de la computadora, teléfonos y discos duros que utilizaba, reportó la agencia de noticias.

Se consideran hechos probados que el acusado, en julio de 2015 y utilizando la identidad de otra persona sin autorización alguna, creó un perfil de usuario en una web de alojamiento de vídeos pornográficos.

Desde octubre de 2015 hasta abril de 2016, el acusado publicó en este perfil casi una treintena de vídeos, cerca de 600 fotografías distribuidas en numerosos álbumes, y donde también "fomentaba públicamente el odio hacia las mujeres, denigrando a todas las mujeres y niñas allí representadas y animando al público a que hiciera lo propio", según recoge la sentencia.

"Síganla, amigos y denígrenla" animaba a través de sus comentarios en relación a la imágenes de una mujer, hechos que repitió en varias ocasiones con diversas mujeres, algunas de ellas menores de edad.

Estas fotos y vídeos que publicó en su perfil los había obtenido de múltiples formas, bien grabando a las personas directamente, bien a través de las redes sociales (Facebook o Instagram), pese a carecer de la autorización de las personas que en ellas aparecían para su modificación y/o difusión, o bien a través de Internet.

En este sentido, se hizo cliente de un gimnasio donde grabó a mujeres mientras realizaban ejercicios, "mostrando fundamentalmente las nalgas y los pechos", pero claramente identificables al grabarles sus caras.

Posteriormente, en perjuicio de ellas, utilizó las imágenes y las colgó en su perfil donde, una vez más, realizaba comentarios degradantes con la finalidad de atentar contra la dignidad de todas y cada una de ellas.

Según las investigaciones, se contabilizaron cerca de 18.000 accesos al perfil de este acusado, que tenía 145 suscriptores y 351 amigos, y sus vídeos fueron reproducidos 243.359 veces.

En concreto, el Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres ha condenado a este hombre a un año de prisión por cada uno de los 24 delitos cometidos contra la integridad moral, otro año por un delito de odio y otro por difusión de material pornográfico.