El paquete de medidas económicas adoptado por el Gobierno para enfrentar el impacto de la pandemia de coronavirus cosechó apoyos a nivel general entre los economistas, aunque advirtieron que no podrá extenderse en el tiempo por las restricciones fiscales existentes y en medio de un proceso de reestructuración de deuda, entre otras cuestiones.

En los últimos días, el Gobierno rediseñó el programa económico y cambió las prioridades en función de la emergencia sanitaria y frente al potencial parate de la actividad, con nuevas medidas que en conjunto significan un costo fiscal equivalente a 2 puntos porcentuales del PBI.

El economista Fausto Spotorno dijo que "es posible" reducir aún más las consecuencias negativas esperadas del parate económico, modificando la implementación de algunas iniciativas en el cortísimo plazo.

Spotorno, quien recientemente asumió la dirección del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), sostuvo: "Se puede mejorar la ayuda a las empresas para pagar los sueldos en los próximos días, con préstamos directos aportados por la Anses y no por las entidades financieras", para que tengan mayor eficacia y alcancen sobre el sector "gris" de la economía.

En diálogo con Télam, también agregó: "Es posible disminuir el impacto financiero de los impuestos suspendiendo por 90 días el monotributo y por 60 días el impuesto País para aquellos que quedaron varados en el exterior, entre otras iniciativas fiscales, para a la vez proteger la cadena de pagos y liquidez del sistema.

Spotorno consideró: "La Argentina busca aplicar un mix de políticas parecidas a las que adoptaron en España a Italia, si bien existen restricciones fiscales fuertes para mantener el programa en el tiempo, riesgo inflacionario latente si el Gobierno no logra luego reabsorber los pesos que inyectará en el mercado con estas medidas, y una reestructuración de deuda en un contexto de mucha incertidumbre mundial".

Otro especialista, Bejamin Gedanm, encargado del proyecto argentino en el think tank Wilson Center en Washington DC, expresó que "las medidas iniciales del Gobierno son razonables, incluyendo aportes para empresas que no despidan a sus empleados a pesar del colapso de sus ganancias.

Consultado por Télam, el economista consideró: "Todo esto (de la cuarentena) hará más complicado el manejo del presupuesto y la deuda en el futuro, pero se está viviendo una verdadera crisis mundial, y hay que minimizar los efectos locales y proteger a los más vulnerables".

No obstante, Gedanm consideró que "lamentablemente, Argentina no tiene muchos recursos para enfrentar el profundo daño económico del coronavirus" de cara al mediano y largo plazo.

"Su sobreendeudamiento y larga historia de defaults significa que no puede pedir préstamos ni de los mercados de capitales ni del FMI", dijo, para luego advertir que existe un "riesgo" de alta inflación latente.

Por su parte Ricardo Carciofi, director principal de Desarrollo Económico del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), aseguró que "resulta comprensible la dirección de las políticas económicas adoptadas por el Gobierno, ya que hay medidas específicamente dirigidas a atender actividades afectadas, facilidades crediticias y otras destinadas a sostener alivio a la población más vulnerable impactadas por la retracción del empleo informal".

A renglón seguido, Carciofi alertó que "la crisis sanitaria sobreviene en una economía en recesión y con severos desequilibrios económicos, un delicado cuadro social y un horizonte que ya era incierto por la negociación externa".

"La Argentina no tiene márgenes fiscales y la posibilidad del financiamiento monetario debe administrarse con cautela, mientras la instrumentación del programa será clave para fijar la duración de las medidas, especialmente de los apoyos dirigidos a las actividades afectadas", concluyó el economista del Cippec.

En términos similares se manifestó el economista Camilo Tiscornia, director de la consultora C & T Asesores Económicos, quien señaló a Télam que "no hay mucho margen fiscal" para poder continuar con el parate económico originado por las medidas destinadas a morigerar el avance del virus.

Por último, un análisis del local Grupo SBS señaló que el coronavirus "sumergió al mundo en recesión, justo cuando las economías desarrolladas comenzaban a recuperarse".

Para la Argentina, indicó el SBS, este "brutal cambio" de las condiciones externas implicó "redefinir las prioridades" y revisar un programa económico "que apenas comenzaba a implementarse".

"Con menores grados de libertad, el cambio de contexto profundizará la recesión, creará mayores riesgos al escenario de inflación y llevará a un importante deterioro de la posición fiscal", evaluó la consultora.

Fuente: Télam