A través de una nota firmada por autoridades del Arzobispado de Córdoba, la Iglesia Católica mostró su rechazo a las nuevas medidas dispuestas por el Gobierno nacional y la Provincia para frenar el avance del coronavirus, ya que las considera "exageradas" al no permitir las misas presenciales en algunos departamentos de Córdoba.

En medio de la grave situación sanitaria que atraviesa la provincia y el país por la pandemia de coronavirus, desde la entidad señalaron que comunicaron su "malestar" al Gobierno provincial por las últimas medidas que no permite las misas hasta el 26 de octubre en la ciudad Capital y otras zonas ya que se "afecta a la salud espiritual de las personas".

El documento lleva la firma del arzobispo Carlos José Ñánez y de los los obispos auxiliares Pedro Javier Torres y Ricardo Orlando Seirutti. El argumento que esgrime la nota en oposición a las medidas es que "se debe atender la imperiosa necesidad espiritual de los fieles". 

Asimismo, en el texto, que está escrito en primera persona aunque lleva la firma de tres autoridades, se manifiesta el "propósito de no acompañar esas medidas", en referencia a los decretos nacionales y provinciales.  

“Es mi deseo seguir solicitando un diálogo franco sobre el particular con las autoridades. Para una salud cuidada, todos los aspectos de nosotros mismos deben estar equilibrados. Mente, cuerpo y espíritu tienen que estar en armonía unos con otros”, sostiene el comunicado.

“No podemos centrarnos, solamente, en lo material y descuidar lo espiritual”, aseguró, y recordó que “así lo enseña la buena ciencia, a lo que se agrega la experiencia de la situación que estamos padeciendo desde el mes de marzo”, agregó.

“No veo, por tanto, dificultad en que, observando con prudencia y como se viene haciendo, las medidas protocolares, se pueda atender la imperiosa necesidad espiritual de todos los fieles”, se fundamentó en el texto. 

En San Francisco, el obispo Sergio Buenanueva publicó en sus redes sociales la misma carta del Arzobispado y señaló: "Importante comunicado del arzobispo de Córdoba y sus obispos auxiliares. La libertad de culto es expresión esencial de la libertad religiosa. También para afrontar con dignidad humana los desafíos de una emergencia sanitaria como la que vivimos".

Buenanueva también publicó la postura del obispo de Villa María, Samuel Jofré, quien manifestó abiertamente su desacuerdo contra las restricciones. 

Coronavirus: Arzobispado de Córdoba rechaza nuevas restricciones por no permitir misas

Texto completo del comunicado

Queridos hermanos miembros de la Arquidiócesis de Córdoba 

A través de este medio me dirijo a ustedes para comentarles brevemente cómo estoy viviendo la situación derivada de la pandemia que nos aflige a todos y la gestión realizada ante las autoridades públicas. 

Luego de haber recibido, este último fin de semana, las disposiciones de un nuevo decreto de necesidad y urgencia, tanto a nivel nacional como provincial, siento la necesidad de acercarme a cada uno de ustedes para acompañarlos y alimentar la esperanza de tiempos nuevos. 

A lo largo de todo este difícil tiempo, hemos podido constatar que en nuestros templos católicos se han observado y se observan cuidadosamente, los protocolos aprobados por la correspondiente autoridad. 

Al mismo tiempo, en nuestros centros religiosos, sacerdotes, laicos y consagrados han colaborado con la acción estatal en las obras de asistencia alimentaria y sanitaria, observando también los protocolos. 

Ante la perspectiva de suspender las celebraciones litúrgicas, he recurrido a la autoridad provincial, manifestando mi malestar y mi propósito de no acompañar esas medidas, que estimo exageradas, y que afectan a la salud espiritual de las personas, especialmente en un tiempo de cuarentena prolongada. Es mi deseo seguir solicitando un diálogo franco sobre el particular con las autoridades. 

Para una salud cuidada, todos los aspectos de nosotros mismos deben estar equilibrados. Mente, cuerpo y espíritu tienen que estar en armonía unos con otros. No podemos centrarnos, solamente, en lo material y descuidar lo espiritual. Así nos lo enseña la buena ciencia, a lo que se agrega la experiencia de la situación que estamos padeciendo desde el mes de marzo. 

No veo, por tanto, dificultad en que, observando con prudencia y como se viene haciendo, las medidas protocolares, se pueda atender la imperiosa necesidad espiritual de todos los fieles. 

Los responsables de cada comunidad, con la ayuda de los consejos pastorales, deberán discernir el modo de concretar el acompañamiento espiritual de los fieles, y en la eventualidad de estar ante posibles contagios, suspender esas iniciativas hasta el total restablecimiento de la salud de sus integrantes. 

Albergamos la esperanza que nuestras autoridades puedan comprender esta necesitad vital y posibilitar también la atención de la salud espiritual de los ciudadanos.

Los saludo, de todo corazón y bendigo en el Señor Jesús y su Madre Santísima. 

Córdoba, 15 de octubre, en la fiesta de Santa Teresa de Jesús.