El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decretó hoy una suerte de amnistía y autoamnistía a todos los funcionarios públicos de todos los niveles, para que no sean responsabilizados penalmente por actos cometidos durante la crisis del nuevo coronavirus.

La Medida Provisoria 966 -un decreto que debe ser aprobado en 180 días por el Congreso pero que ya está en vigor- establece que sólo podrán ser responsabilizados en los fueros civil y administrativo los agentes públicos que actúen o se omitan con dolo o error grosero.

El decreto define como error grosero a un "error manifiesto, evidente e inexplicable practicado con culpa grave, caracterizado por omisión con elevado grado de negligencia, imprudencia o impericia".

Pero para definir lo que es error grosero, hay que tomar en cuenta "los obstáculos o dificultades reales del funcionario público, la complejidad del caso y las atribuciones ejercidas, la circunstancias de falta de información de urgencia o en emergencia y el contexto de incertidumbre acerca de las medidas para enfrentar la Covid-19 y sus consecuencias, incluso las económicas".

El decreto lleva la firma también del ministro de Economía, Paulo Guedes.

El presidente afirmó la semana pasada que no puede ser responsabilizado por las consecuencias económicas de la crisis, a raíz de que él no tomó medidas como cuarentenas o cierre de comercios e industrias, decididas por gobernadores y alcaldes.

A diferencia de la Argentina, el gobierno federal brasileño tomó decisiones generales y recomendaciones no vinculantes en el área de salud.

Cuando Bolsonaro intentó quebrar por decreto las cuarentenas dictadas por intendentes y gobernadores, el Supremo Tribunal Federal le negó esa atribución.

Fuente: Télam