El presidente Jair Bolsonaro asistió el último domingo a una manifestación a su favor, acompañado por medio gabinete de ministros, mientras la pandemia de coronavirus avanza de manera alarmante en Brasil, el cuarto país más afectado en el mundo.

Flanqueado por 11 ministros, Bolsonaro destacó la gran presencia de seguidores en la manifestación celebrada frente al presidencial Palacio de Planalto, desoyendo las medidas de los gobiernos regionales para evitar las concentraciónes, como herramienta para combatir el coronavirus, que ya causó más de 241.000 contagios y de 16.000 muertes en el país.

A diferencia de otras exposiciones ante el público, esta vez el mandatario ultraderechista se cubrió el rostro con un barbijo, estuvo durante media en el acto, bajó por la rampa del edificio para acercarse lo máximo posible a los manifestantes y llegó a cargar a dos niños, informó la agencia de noticias EFE.

Más de 16 mil muertes en unos meses

Bolsonaro, que calificó al coronavirus como una "gripecita", ya acudió a otros actos masivos de sus seguidores, pese a las recomendaciones para evitar aglomeraciones tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de su propio Ministerio de Salud.

En esta oportunidad, y en medio de una grave crisis política causada por la salida de dos ministros de Salud en medio de la pandemia y de la investigación que le abrió la Fiscalía por su supuesta interferencia política en la Policía Federal, Bolsonaro acudió al encuentro con varios colaboradores, entre los cuales 11 de sus 22 ministros y dos de sus hijos.

En declaraciones que concedió en una transmisión en vivo por las redes sociales durante la manifestación, Bolsonaro volvió a criticar las medidas de distanciamiento social adoptadas por los gobiernos regionales y municipales para combatir el avance del coronavirus y defendió la normalización de las actividades.

Bolsonaro no ha cesado en su empeño para que los gobiernos regionales levanten las restricciones y permitan la normalización de las actividades, hasta el punto que esta semana ordenó la apertura de gimnasios y salones de belleza por considerarlos esenciales.

Este, y la presión del mandatario para avanzar en el uso de la cloroquina para tratar a los infectados, fueron los motivos que llevaron al ministro de Salud, Nelson Teich, a renunciar el viernes al cargo que había asumido hacía sólo 28 días y en medio del agravamiento de la pandemia.

Brasil, desde ayer el cuarto país con más casos confirmados de coronavirus en todo el mundo, contabilizaba 241.080 (de ellos, 7.938 en las últimas 24 horas) y 16.118 muertes por la enfermedad (485 nuevas), informó esta noche el Ministerio de Salud.