Una válvula de ventilación de las baterías de proa llamada “Eco 19” habría sido la causa de la implosión que provocó el naufragio del submarino ARA San Juan. Esta es la hipótesis que la comisión investigadora del ministerio de Defensa busca comprobar, según se reveló en un adelanto secreto del informe final que los tres marinos retirados que integran la comisión entregaron al ministro de Defensa, Oscar Aguad, precisaron fuentes militares a Clarín. 

Por cuestiones de seguridad, la válvula –que se conecta con el Snorkel- debe estar siempre cerrada. 

Ahora, los miembros de la comisión de Defensa realizarán una prueba hidráulica con la misma pieza pero del submarino Santa Cruz, que está reparaciones en el ex astillero Tandanor en una universidad. Buscan determinar si es posible que por un falla o el mal cierre de esa válvula se haya filtrado agua de mar que haya caído sobre las baterías y provocado un cortocircuito.

La hipótesis sostiene que este desperfecto eléctrico podría haber producido un chispa que hizo explotar al hidrógeno que se había acumulado en el submarino.

Esta hipótesis surge de lo último que informó el ARA San Juan el 15 de noviembre. Dijeron que habían salido a superficie por haber tenido un cortocircuito (principio de incendio) en el llamado “balcón de barras de baterías de proa”.

En esa comunicación dijeron también que cuando terminaran la carga de aire –en superficie con el snorkel- volvería a inmersión, “a plano profundo”, término usado por submarinistas. 

Un submarinista explicó a Clarín que para que el agua de mar haya llegado hasta las baterías de proa, tal como reportó el capitán del San Juan, Pedro Fernández, tuvo que “haber circulado por el circuito de ventilación y atravesado la válvula Eco-19”.

Los investigadores buscan determinar es si la válvula Eco-19 “pudo también haber estado mal cerrada mientras la tripulación estaba intentando hacer snorkel con un mar bravísimo”, en medio de la intensa tormenta que había aquel 15 de noviembre.

El ex submarinista explicó: “Con los motores diésel a fondo, en el medio de la tormenta, el snorkel cerrándose cada 30 segundos, la situación debe haber sido insoportable y, tal vez, en ese contexto, relajaron la norma y abrieron momentáneamente la Eco-19 para que circule más el aire. Entonces, empezó a entrar el agua por donde no debería de pasar nunca, derramándose sobre los bornes de las baterías de proa y generándose el cortocircuito que terminó siendo fatal”, dando detalles de la hipótesis.

Fuente: La Voz del Interior