La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) publicó este domingo la invitación, de modo virtual, para asistir al lanzamiento del Satélite Saocom 1B desde el Centro Espacial Kennedy, Cabo Cañaveral, Estados Unidos.

El evento está programado para este domingo 30 de agosto a las 20:18, hora de Argentina.

La transmisión podrá verse a través de este link de Youtube o en la página oficial de lanzamientos de Space X.  

Desde la comisión señalaron que: "Será un placer contar con su apoyo y un orgullo que pueda participar de tan importante acontecimiento". 

¿Para qué sirve el satélite Saocom 1B?

Ochenta empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país y un total de 900 investigadores comprometieron sus esfuerzos. El Saocom 1B expresa la continuidad del Plan Espacial Nacional que lidera la Conae y se complementa con el 1A lanzado en octubre de 2018. La misión forma parte de un programa más ambicioso: el Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE). Ambas naciones asumieron el compromiso de conformar una constelación de seis satélites y por intermedio del 1B lo están cumpliendo.

“Los satélites son los instrumentos más baratos que existen en relación a la cantidad de información que generan y ello redunda en un beneficio increíble para toda la sociedad. No existen otras herramientas más rendidoras en términos de costo/beneficio”, señala Álvaro Soldano, subgerente de Aplicaciones y Productos, de la Gerencia de Observación de la Tierra en Conae.

El Saocom 1B está dotado de un único instrumento: un Radar de Apertura Sintética que opera en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético. Su principal ventaja es que al contar con una fuente propia de energía no necesita de la luz para obtener una imagen. En la práctica esta situación se traduce en una virtud muy importante, ya que es capaz de tomar imágenes con independencia del tiempo atmosférico, el día o la noche. El radar emite una señal a partir de su antena –de 35 metros cuadrados–, la onda viaja a la velocidad de la luz, atraviesa las nubes, rebota en la tierra y parte de ese residuo de energía regresa al radar. Capta, digitaliza la información y desde Córdoba –sitio desde dónde se realiza el control de la misión– descargan los datos a partir de procesadores que dan como resultado imágenes.

En el campo

Los datos se generan en función de la demanda que hagan las instituciones comprometidas en el proyecto, como pueden ser el Instituto Nacional del Agua o el INTA, entre otras. Sin embargo, existe un mandato fijo: será aplicado para medir la humedad del suelo en la región pampeana (83 millones de hectáreas), un factor clave para mejorar las condiciones de gestión del agua. Así lo explica Laura Frulla, Investigadora Principal de la Misión: “En función de lo que habíamos conversado con los usuarios vimos que era importante reforzar la agricultura. Por ello, el objetivo principal de la misión es generar mapas de humedad de suelo cada cuatro días de manera operativa. En este sentido, el 1B se complementará al 1A que se lanzó en 2018, de forma que las mismas regiones agrícolas serán observadas por los satélites desde diferentes ángulos y condiciones de observación”. Ambos realizan el mismo trayecto, solo que al completarse la constelación, se generan más datos y se incrementan las estadísticas.