En las últimas horas se conoció el cierre de la fábrica de pelotas Priball, en la localidad cordobes de Bell Ville, el lugar donde se inventó la pelota tal como la conocemos hoy. Su propietario lo adjudicó a las consecuencias de la apertura de importaciones que atentan contra la producción nacional.

Ante esto, el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Pelotas, aseguró que actualmente la principal dificultad es competir con los costos de las pelotas chinas, pero más difícil aún es “competir con una empresa de capitales estatales, como es YPF, que copó el mercado con pelotas chinas”.

Así lo analizó Jesús Ramón Cairo, presidente de la Cámara que nuclea a los fabricantes de pelotas. “Hoy por hoy, YPF es nuestro principal competidor, porque adquirió en el sudeste asiático casi 600 mil pelotas, que es la producción nuestra de un año”, dijo en una entrevista concedida a El Diario de Villa María.

“Quien tiene la oportunidad de viajar, puede ver que en las playas o en las montañas, la pelota que se ve es la de YPF, porque quién nos va a comprar a nosotros si ellos la promocionan con la venta de combustible”, planteó.

Cairo indicó que los clubes grandes compran históricamente a marcas multinacionales como Adidas o Nike; y los más chicos, “que eran nuestros compradores, ahora tienen la pelota de YPF. No nos dejaron ni siquiera el segmento de mercado que generaba el potrero”, planteó.

“Ellos mienten”

Cairo no ocultó su indignación con declaraciones públicas de directivos de YPF, que indican que las industrias nacionales no cumplen con los parámetros de calidad. “Las pelotas se prueban dándoles 5.000 patadas hacia una pared. Sino se deforman, son buenas. Los desafío a que vean la prueba con una pelota nuestra y le damos ventaja a la importada; que la pateen 2.500 veces y van a ver los resultados. Confiamos en lo que hacemos y ellos lo saben, por eso no puede venir a decir que no cumplimos con las condiciones de calidad”, protestó.

Por otra parte, lamentó que la empresa petrolera haya hecho “una puesta en escena para justificar” la compra en China.

Mostró los correos electrónicos en los que le informan a la industria de Cairo que están habilitados para facturar “y ya en febrero de 2018, Gustavo Méndez, de YPF, nos dio el alta como proveedores y nos pidió una producción importante de pelotas. Después, no tuvimos más noticias”, dijo.

Así como recibió Cairo ese correo en su fábrica, otros empresarios del sector fueron notificados de la misma manera. “Imagínese si nos poníamos a fabricar”, razonó.

“YPF miente. Nosotros fuimos a Buenos Aires y le dijimos que más que industriales, íbamos como ciudadanos argentinos, que queríamos que fomenten el compre nacional. Pero no nos escucharon”, concluyó.

Otra fábrica baja sus persianas

Mariano Privitera, propietario de Priball, dio a conocer públicamente a través de Facebook que cerraba las puertas de su empresa ubicada en Bell Ville y anunció la "liquidación total" de todos sus productos.

“Nos rendimos y bajamos los brazos, sabiendo que fuimos ninguneados, pero con el gusto de saber también que el mismo presidente Mauricio Macri tiene una de nuestras pelotas de adorno en su oficina. Lamentablemente contemplarla no le ha servido para nada”, escribió.

“En nuestra empresa tratamos de desarrollar productos que no defrauden a los argentinos, por ello nuestros productos de costura manual tienen una larga vida útil, a la vez todo nuestro sector genera trabajo a miles de personas del interior del país. Lamentablemente la corrupción de los negociados del Estado siempre está latente en nuestro país, son negocios rápidos y millonarios de corto plazo. Ya más de 20 millones de dólares se gastaron en pelotas, imaginen las ganancias de estas personas que ni siquiera trabajaron”, concluyó.