La Organización Mundial de la Salud reconoce a la quiropraxia como la profesión que se ocupa de la detección, análisis y corrección de las subluxaciones vertebrales, es decir, la pérdida del encaje articular de una vértebra con otra cerrando los agujeros de conjugación por donde salen los nervios de la médula espinal, afectando cualquier zona del cuerpo. En tanto, define a la salud como el pleno bienestar físico, psíquico y social de la persona.

En este sentido, la licenciada Silvina Buiatti (MP 1899) explica que “con la quiropraxia nos ocupamos de ayudar al paciente en el pleno bienestar. Tenemos que reconocer que no solo son factores traumáticos o laborales los que afectan el buen funcionamiento de la columna y de todo el sistema músculo-articular, sino también el estrés, es decir, el factor emocional”.

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Buiatti destaca la importancia del cuidado de la columna desde la niñez.

Factores físicos vs. factores emocionales

Para la profesional, cuando se habla de factores físicos se habla, por ejemplo, de enfermedades laborales, o de padecimientos de personas que pasan muchas horas del día sentadas o paradas. “A dos años de realizar una misma actividad, el cuerpo empieza a manifestar daños articulares. Con respecto a la columna pasa lo mismo. Entonces la prevención es fundamental. Conocer cuáles son los puntos donde nuestro trabajo afecta a la columna sirve para que la persona pueda hacer algún trabajo correctivo evitando los daños colaterales”, revela.

Pero también, asegura Buiatti, “hoy en día uno de los mayores problemas que uno ve en el consultorio son las relaciones interpersonales. Hay un montón de situaciones que hacen que el cuerpo esté tenso, que no se tenga un buen descanso. Y eso trae consecuencias”.

Prevención

“La columna la vamos a tener desde que nacemos hasta que se acabe nuestra vida. Entonces la tenemos que cuidar siempre”, sostiene la especialista, que agrega que de esta manera la visita a un profesional se puede hacer en cualquier momento.

Y recalca que no siempre se debe esperar a sentir dolor para acudir al consultorio. “El paciente puede manifestar fatiga, insomnio, mal humor, agotamiento, defensas bajas, un montón de síntomas que muchas veces no se asocian con la columna. Cuando el paciente empieza con el cuidado quiropráctico empieza a notar cambios en su vida”, fundamenta.

Tratamiento

El tratamiento consiste en ajustes, que son correcciones específicas sobre la zona que se necesita tocar. “Se hacen en forma manual, se puede usar una camilla especial, no son dolorosos, a veces hay inflamación en la zona por eso el paciente refiere dolor, pero el ajuste no es doloroso y no se hace ninguna maniobra dolorosa”, testifica la mujer.

Contraindicaciones

La quiropraxia está contraindicada para un reducido número de personas, entre ellas, por ejemplo, aquellas que padecen osteosporosis severa o que han sufrido alguna fractura reciente. De todas maneras, reconoce Buiatti, el profesional tiene formación para decir quién puede y quien no puede recibirla.

Dos caminos

La licenciada manifiesta que hay dos caminos a elegir: “O tratar el dolor una vez que está todas las veces que sea necesario, o prevenir y vivir bien siempre. La elección está en cada uno”.

Para Buiatti, “el promedio de vida ha aumentado muchísimo, es decir que a nuestro cuerpo lo tenemos que usar mayor cantidad de años. Entonces va a depender del cuidado que le demos en la infancia, adolescencia y adultez el cuerpo que tendremos en la tercera edad”.

La especialista está de acuerdo con que hoy la prevención y el cuidado “tienen una importancia fundamental para llegar a una tercera edad digna en la que la persona pueda disfrutar de todo lo que ofrece la vida moderna”.