El incremento de los casos de dengue en la región genera preocupación entre la población. En respuesta a esta situación, se observa también un notable aumento en la compra de repelentes y en las consultas por vacunas contra la enfermedad, pese a su elevado costo: hoy la dosis supera los 70 mil pesos. Esta tendencia refleja la urgencia de los vecinos por protegerse contra esta enfermedad transmitida por mosquitos.

Nora Gagliano, presidente de la cuarta delegación del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Córdoba, se refirió a est situación y confirmó que se advierte este año tanto un aumento en la compra como en la consulta.

“La gente está usando más repelentes, tratando de cuidarse más. Y también se consulta mucho sobre la vacuna del dengue”, dijo.

En ese sentido reconoció que el precio en estos productos subió pero lo atribuyó a una suba general de precios en los medicamentos. En esa línea, recomendó alternativas: “Los precios suben, no solo en los repelentes, sino en todos los medicamentos. Pero viene una opción, de un repelente que es más chico en crema, como para cartera, y a su vez es más práctico. El mosquito del dengue pica más por la mañana y por la tarde, es la hora en que mucha gente va a caminar. Entonces está bueno llevárselo”.

Seguidamente comentó que tener el repelente a disposición permite seguir la aplicación recomendada: “Lo que tiene que tener en cuenta la gente es que la aplicación con algunos debe repetirse cada cuatro horas. Después viene uno que es de extra duración, y dura hasta 12 horas. Vienen en aerosol, vienen en crema y vienen repelentes para los bebés”. 

Vacuna contra el dengue

Gagliano también confirmó que sigue vigente el interés por la vacuna del dengue, que se había manifestado con su llegada unos meses atrás. “La gente se interesa por la vacuna. Pero se les pasa el interés, en una forma de decir, cuando saben el precio, porque cuesta más de 70 mil pesos cada dosis”, dijo y recordó que son necesarias dos dosis, con un intervalo de tres meses.

“A veces lo ideal, sabiendo como a veces pasa en la Argentina que no se consiguen, sería comprarse las dos dosis juntas, pero no es muy económico y la mayoría está llevando una dosis. Yo creo que una vez que ingrese la vacuna después se va a conseguir. Hoy se está consiguiendo. A lo mejor haya farmacias que tengan una falta temporal, pero sí se consigue. El problema es que no la reconocen muchas obras sociales. Pero si yo me puedo salvar del dengue, o de una hospitalización por dengue, tendría que poner en la balanza qué es caro y qué no”, explicó.

A la vez, recordó que la vacuna se vende con receta médica y afirmó que los infectólogos la están recomendando aun más para la gente que ya tuvo dengue.

Genéricos

Por otra parte, y consultada acerca del comportamiento de los clientes en medio de una suba consecuente de precios, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos sostuvo: “Estuve en una reunión el fin de semana con presidentes en el Colegio de Farmacéuticos y estamos todos preocupados por lo que le está pasando a la gente en general. Los medicamentos aumentaron mucho más que la inflación”.

“Hablamos entre colegas que la gente no llega más, entonces está usando mucho el genérico. Y a mí lo que ya me preocupó la semana pasada es que del genérico te piden que les vendas dos o tres, que les cortes la tirita. A mí me preocupa, porque no podés cortar un tratamiento ni de diabetes, ni de hipotiroidismo, ni de hipertensión. Entonces cuando vienen a la farmacias, lo que hacemos es buscar opciones”, dijo. 

En eso, Gagliano insistió: “La gente tiene que saber que todos los medicamentos que están en el mercado son iguales, que por más que cambie la marca va a hacer el mismo efecto. Hay medicamentos, como un antibiótico puntual, en que entre una marca y otra hay 12 mil pesos de diferencia. Y yo como farmacéutica te puedo dar la seguridad de que te va a hacer el mismo efecto. Cuando vos le decís a una persona que se puede ahorrar 10 o 12 mil pesos llevándose lo mismo, la gente cambia. A lo mejor tiempo atrás le dabas la opción del genérico o de otra marca y no querían porque re decían que tenían que consumir una marca. Ahora ven que lo toman y se curan igual”.

“Me parece que está aumentando mucho el precio del medicamento. Y el medicamento es un bien social. De parte del Estado tienen que controlarse los precios. No es lo mismo que comprar una cartera. Creo que los laboratorios todos deberían ponerse también en el lugar de la gente. El de la salud no es un comercio cualquiera. Siempre le digo a la gente que no se quede sin el medicamento, que vaya a la farmacia y consulte sobre otras opciones. Hay alternativas”, continuó.

Así, ejemplificó: “En amoxicilina 500 mg vienen un montón de marcas. Si le recetaron una pero no la pueden comprar, yo no puedo dejar que esa persona se vaya de la farmacia sin el medicamento, no por una ventaja mía, sino por la salud, porque evidentemente si le recetaron amoxicilina esa persona tiene una infección. Hay una amoxicilina con clavulánico, de un laboratorio del que no voy a dar nombre que cuesta 18 mil pesos y tener un reemplazo cuesta 6 mil. Es mucha la diferencia”.

“Estamos todos pasando por una situación complicada, pero existen alternativas. Queremos que no corten los tratamientos, nosotros desde el Colegio estamos viendo esos aumentos y estamos trabajando por eso, pero no depende de nosotros porque las farmacias no somos formadoras de precios. Los precios los pone la industria, no nosotros”, concluyó.