La Justicia rafaelina dictó la prisión preventiva de un hombre de 47 años que es investigado como presunto autor de delitos contra la integridad sexual de su hijo menor de edad en la ciudad santafesina de Sunchales.

La fiscal Ángela Capitanio que está a cargo de la investigación solicitó la medida cautelar tras una audiencia llevada a cabo en los tribunales de Rafaela. Por su parte, el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Javier Bottero, impuso la privación de la libertad y resolvió que sea por 40 días.

El hombre investigado –cuyas iniciales son SOF– se le atribuye la autoría de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado (por el vínculo y por ser cometido contra un menor de 18 años aprovechando la situación de connivencia preexistente) y promoción de la corrupción agravada (por la edad de la víctima y por el vínculo).

Capitanio relató que “se tomó conocimiento de los abusos sexuales que padecía el niño en virtud de una denuncia que surgió desde el ámbito escolar”. En tal sentido, sostuvo que “se acreditó con el grado de provisoriedad suficiente que, aproximadamente desde 2018 y hasta el jueves de la semana pasada, el imputado vulneró la integridad sexual de su hijo menor de edad en reiteradas ocasiones e incluso con lesiones físicas constatadas”.

“La actitud reiterada y permanente llevada a cabo por el hombre investigado tuvo la capacidad suficiente para vulnerar el normal desarrollo de la sexualidad del niño”, manifestó la fiscal en la audiencia.

Capitanio también agregó que “aún resta escuchar la versión de la víctima a través del dispositivo de cámara Gesell y que, por tal motivo, se justifica el dictado de la prisión preventiva del imputado”.

Peligros procesales

Capitanio valoró que “al momento de fundamentar su decisión, el juez consideró que la investigación recién se inicia y que existen elementos de convicción para sostener de forma probable que el imputado fue el autor de los ilícitos”.

“Bottero también se refirió a la pena en expectativa y sostuvo que es grave, y que ello constituye un riesgo procesal cierto, no tanto por el peligro de fuga sino por el entorpecimiento probatorio, ya que es necesario escuchar al niño en cámara Gesell”, añadió la fiscal.