La prolongada sequía que afecta al país, dejó al descubierto una importante bajante en el lago San Roque y sus afluentes. El río San Antonio, que fluye desde el sur de Punilla hasta desembocar en el embalse, se redujo a un hilo de agua, revelando grandes bancos de arena en su trayecto.

Durante los últimos días, las altas temperaturas contribuyeron al notorio descenso del embalse y sus principales fuentes de agua, incluyendo los ríos San Antonio y Cosquín, así como los arroyos Los Chorrillos y Las Mojarras.

El nivel actual del lago se encuentra en 32,25 metros, mientras que el nivel del vertedero está establecido en 35,30 metros.

Esta situación es alarmante, ya que la disponibilidad de agua disminuye y el riesgo de incendios forestales se incrementa debido, no solo a la sequía, sino a los fuertes vientos de esta temporada.

Fuente:  El  diario  de  Carlos  Paz