La Cámara 7° del Crimen de Córdoba y los jurados populares condenaron este jueves a Luis Alberto Ludueña (38) a prisión perpetua por el femicidio de Valeria Oviedo. 

Este crimen había sucedido en enero de 2023 en la zona rural de Sacanta cuando ella tenía 21 años y Ludueña era una persona conocida para ella, pero oriundo de Despeñaderos.

Se consideró que el crimen había sucedido en un contexto de violencia de género y no se trataba de un hecho de legítima defensa como alegó la defensa del imputado. 

El fiscal de Cámara, Sergio Ruiz Moreno, sostuvo la carátula con la que elevó a juicio el caso la fiscal de Instrucción de Las Varillas, María Cecilia Dupraz y pidió en sus alegatos la condena a prisión perpetua (35 años). Idéntica solicitud hicieron los abogados querellantes. 

Para el fiscal Ruiz Moreno en el juicio quedó en evidencia que Valeria vivía en un contexto de vulnerabilidad en la que familiares de su casa debían prostituirse para poder solventar los gastos. Valeria no quería esa vida para ella y trabajaba en una hamburguesería en Córdoba y vivía junto a una amiga, aunque no le alcanzaba para pagar el alquiler.

Sobre el crimen

La madre de Valeria denunció su desaparición en Despeñaderos en 2023 y la hipótesis del contexto del crimen y por lo que se deduce del análisis de los chats entre Ludueña, Valeria y la madre de ella es que el hombre quedó en entregarle a la joven un dinero para que pagara el alquiler a cambio de algo. Él solía pagarle a su madre por encuentros de tipo sexuales, pero no había sucedido antes con la joven.

Aquel 17 de enero la joven se subió al camión en el camino conocido como “calle Onda” de Despeñaderos y allí se produjo una discusión aparentemente porque el hombre no tenía el dinero prometido.

Ludueña comenzó a circular por Despeñaderos y luego se dirigió a la vecina localidad de Monte Ralo, al domicilio de su madre. Más tarde, viajó a Sacanta, donde arrojó el cuerpo de la joven, que estaba sin pantalones ni ropa interior.

El condenado declaró en la primera audiencia del juicio y confesó el hecho, aunque dijo que se defendió de un ataque de Valeria. En su cuerpo había rasguños, pero la pericia determinó que fueron consecuencia de la defensa de la joven.

El ahora condenado tenía cuatro denuncias previas por violencia de género, un antecedente que negó en las audiencias. Ya otras mujeres habían alertado al sistema por la agresividad del hombre y su menosprecio hacia las mujeres.

Fuente: La Voz