En medio de la conmoción por la muerta de la una adolescente en la ciudad de Córdoba tras ser atacada el último domingo por dos perros de raza dogo en barrio Estación Flores, ayer lunes una mujer de 40 años resultó con graves heridas en la localidad de Bialet Massé al ser mordida por un perro de raza chow chow que pertenece a un familiar suyo, informó la Policía. 

De acuerdo a la información policial, el hecho sucedió en horas de la siesta del lunes en un domicilio del barrio Suncho Huaico. Allí, una mujer denunció al personal del Comando de Acción Preventiva que su perro de raza Chow Chow había escapado de su vivienda y atacó a su cuñada, de 40 años.

La víctima fue trasladada hasta el Hospital Domingo Funes de Santa María de Punilla, donde le diagnostican un desgarro en su pierna izquierda y debieron aplicarle 40 puntos de sutura. 

Por el hecho ya tomó intervención la Fiscalía de turno.

Correa y bozal

El triste caso registrado este domingo en la ciudad de Córdoba, en la que una adolescente de 15 años falleció tras el ataque de dos perros dogo que presuntamente habían escapado de un domicilio vuelve a poner en agenda la falta de responsabilidad de los propietarios o cuidadores de estos animales de gran porte, sean del tamaño y la raza que sean.

En San Francisco, entre otros casos, uno de los hechos más recordados fue en junio del año pasado, cuando dos perros raza bull terrier atacaron a otros perros y a un hombre en barrio Vélez Sarsfield, lo que originó las quejas y enojo de vecinos del barrio hacia el propietario de los animales. Afortunadamente la situación no pasó a mayores luego de la intervención de Bomberos Voluntarios, quienes lograron controlar a los animales hasta que contactaron con el dueño.

Especialistas que trabajan en entidades animalistas y en comportamiento canino subrayan que la responsabilidad no debe recaer en los canes sino en los propietarios de los perros por la crianza, cuidados, condiciones de mantenimiento y medidas de seguridad que adoptan, entre otros puntos.

Qué dicen las ordenanzas

En San Francisco son dos las ordenanzas vigentes que regulan la tenencia de animales potencialmente peligrosos, además de la ley provincial 9.685, que prohíbe expresamente dejar sueltos o pasear a perros potencialmente peligrosos (no hay distinción alguna de raza, por lo que incluye a los llamados mestizos) sin las correspondientes medidas de seguridad, como bozal y correa. Además, en el caso de los paseos en espacios públicos se prohíbe llevar a más de uno de estos animales, a excepción de quienes trabajen de paseadores de perros, que podrán llevar a dos de este tipo como máximo.

A nivel local está vigente desde agosto de 2008 la ordenanza 5.739, que luego fue complementada en diciembre de ese mismo año por la 5.808, que creó el Programa de Sanidad Animal, donde se aborda la necesidad de las esterilizaciones, vacunación antirrábica, la tenencia responsable de cuidadores y propietarios, el rol del Estado municipal y se especifican las sanciones para quienes incumplan estas normas, como la tenencia de perros potencialmente peligrosos en condiciones inadecuadas o sin medidas de seguridad.

Pero estas ordenanzas vigentes, como aseguran quienes trabajan en instituciones proteccionistas y animalistas, se cumplen a medias o muy poco, además de que no hay controles. La ley provincial faculta a la Policía de Córdoba a intervenir en caso de incumplimientos de esa norma.

Sin embargo, es habitual ver pasear a propietarios de perros en espacios públicos sin correa o dejarlos sueltos frente a viviendas, algo que prohíbe la legislación municipal. Y lo prohíbe precisamente para evitar ataques o situaciones de conflicto entre vecinos. 

Precisamente, el artículo 13 de la ordenanza 5.808 establece que los propietarios de perros (sin importar raza o tamaño) "podrán conducirlos o hacerlos conducir por la vía pública" con los siguientes requisitos: 

1) El animal deberá llevar su collar con correa que no exceda el metro de longitud
2) Deberá estar inscripto en el Registro Canino Municipal.  
3) En caso de tratarse de animales potencialmente peligrosos y/o de gran porte, tendrán que ser conducidos con bozal canasta o ronzal o el sugerido por algún veterinario. 
4) El o los responsables de animales deberán retirar las heces depositadas por su mascota en la vía pública o lugares de uso público.

Por otra parte, la ley provincial prohíbe que menores de 16 años puedan circular con perros potencialmente peligrosos.