Los dos agentes de la Policía Vial de Santa Fe, que resultaron baleados en la medianoche del viernes, se recuperan favorablemente en el Hospital Iturraspe, confirmó a El Periódico el papá de uno de ellos.

Sobre el estado de salud de su hijo, Rufino Cuevas, el papá de Matías Cuevas (29), quien es policía desde 2013 y forma parte de la Policía Vial de Rafaela, expresó: "Gracias a Dios bien, anoche entró a cirugía a las 19, salió a las 22, pero el doctor nos dio esperanza y esta mañana nos dieron el informe a las 10, donde nos dijeron que ya lo desentubaron. Está lúcido, consciente, habla, responde a los movimientos". 

"Le extrajeron el proyectil y el plomo, limpiaron la herida, el ojo está comprometido por el momento pero hay que esperar para ver cómo evoluciona", agregó.

Respecto a lo que sucedió comentó: "No pudimos hablar aún, antes de que entre a cirugía lo saludé, pude hablar, me saludó y recién hoy a las 17 es la visita en Terapia y ahí lo voy a poder ver. De lo que pasó no pudimos hablar nada".

El estado de su compañero

Por su parte, también contó que Matías López (25), el otro agente baleado, evoluciona favorablemente: "El estado es muy bueno. Era el que estaba más comprometido porque recibió un balazo en el estómago que le perforó un intestino. Le sacaron un pedazo de intestino pero también ya lo desentubaron, está muy bien y es muy probable que esta tarde lo pasen a una sala común, está consciente".

Respecto a cómo pidieron ayuda, el hombre contó que fue López quien dio aviso con un celular a uno de sus jefes.

Droga

El padre del agente confirmó la versión de que a uno de ellos le encontraron droga. “Ellos tienen que trabajar por protocolo con el tema de la droga, y así como ese chico le manotea las llaves del Corolla es muy probable que les haya manoteado algo de ahí arriba como para probar que estaban transportando droga. Y ahora los acusan como de que ellos tenían para consumo”, explicó.

Y agregó: “No sabés la indignación que tengo yo como el padre del otro chico, el momento que estamos pasando no se lo deseo a nadie”.

A raíz de lo sucedido, Cuevas manifestó que allanaron sus casas. “Fueron a allanar nuestras casas, según mi forma de pensar, los chicos vieron algo y tenían que matarlos porque a ellos los dejaron por muertos, eso lo digo con todo el dolor del alma. Allanaron nuestra casa, buscaban droga, a ver si había cocina de droga, algún elemento, es injusto, estoy hablando con bronca porque lo que estamos pasando, eran dos perejiles que seguramente vieron algo, saben algo, y no tenían que hablar y como Dios es grande ahora lo importante es que salgan con vida y salgan bien, después se verá lo otro”, dijo.

Por último, el hombre, que aún no tiene abogado porque asegura que en este momento prioriza la salud de su hijo, adelantó que lo aconsejará que renuncie.