Picadura de marihuana, clorhidrato de cocaína y pasta base, en un total de alrededor de 300 kilogramos, fueron quemados ayer por la mañana en el horno pirolítico que posee la Municipalidad de San Francisco en el Relleno Sanitario.

La medida fue dispuesta por el juez federal Mario Eugenio Garzón, quien estuvo acompañado de la secretaria penal Consuelo Aliaga y dos testigos civiles. Todos custodiados por efectivos de Gendarmería Nacional.

Según informa La Voz de San Justo, de los 300 kilos incinerados, 270 corresponden a un procedimiento efectuado en la tarde del 15 de noviembre de 2015 cerca de Saturnino María Laspiur, cuando personal de la Sección Seguridad Vial de Gendarmería detuvo la marcha de una camioneta Mitsubishi en la que se conducía una pareja y en el interior del vehículo se hallaron camuflados 362 ladrillos de marihuana.