Mario Rivarossa, reconocido peluquero de nuestra ciudad, fue víctima este viernes de un robo estimado en un millón de pesos, entre moneda argentina, dólares y cheques, ocurrido en pleno centro, según él mismo denunció a El Periódico.

El hombre contó que el hecho ocurrió cerca de las 12.30 en bulevar 25 de Mayo 1850. En ese lugar. Rivarossa dejó estacionada su camioneta, frente a una joyería, para bajarse al banco a realizar unos trámites, dejando el dinero dentro del vehículo.

"Habré demorado 10 o 15 minutos a lo sumo porque miré y eran 12.30 y cuando salgo del banco todavía no habían cerrado y el banco cierra a las 13. Ahí me llevé la sorpresa", explicó.

Rivarossa agregó que: "Cuando subo a la camioneta, me indica que tenía la puerta abierta, vuelvo a abrirla, la cierro bien y me seguía indicando la puerta abierta. No entendía, porque cuando me fijo bien era la puerta del acompañante. Y es insólito porque yo estaba solo y ahí me dí cuenta que me abrieron esa puerta pero no estaba violentada".

El hombre sospecha que los delincuentes trabajaron utilizando inhibidores de alarmas. "Tengo vidrios polarizados, el dinero no estaba a la vista, tengo la esperanza de las cámaras de seguridad del centro puntualmente la de Garbarino, vamos a pedir acceso para ver las imágenes", dijo.

Y comentó que: "En ese horario no había nadie, me llamó la atención que estaba muy tranquilo, había policías de tránsito pero cuando salí del banco no estaban más, también estaban los chicos que hacen los controles de los vehículos estacionados pero deben estar hasta la 12.30 por eso depsues no estaban más tampoco".

"No sospecho de nadie, anduve por varios bancos y el último banco hice una última operación y el otro dinero no lo destinaba para el banco sino para otra inversión. Yo creía que era peor llevar le dinero encima mio, fue un movimiento del momento, no es una cosa de todos los días, ese dinero yo lo tuve en el momento para hacer una operación que no me quedaba otra que hacerla así", añadió.

Y concluyó: "No me queda otra que confiar en que la justicia pueda hacer algo. Las cámaras, esa la tranquilidad que tengo.  Yo tuve todas las precauciones. No todo el mundo puede andar con policías. Me dejaron mal en todo sentido. Yo lo doy por perdido, pero la esperanza es lo último que se pierde".