Primero intentaron entrar por la fuerza, pero al no poder ingresar tras la resistencia de los empleados del lugar comenzaron a disparar. De esta forma, los ladrones lograron reducir a los empleados y tras amenazarlos se llevaron el dinero de la recaudación del día.

“Los ladrones tiraron a matar, afortunadamente no acertaron. Luego les pusieron el arma en la cabeza a los empleados y se llevaron el dinero”, contó uno de los propietarios del lugar, Fernando Obregón.