Cristian "Paco" Díaz, quien fuera hasta esta semana jefe de la delegación Los Pumas de Frontera, fue detenido la última semana sospechado de desviar información para favorecer a un presunto grupo narco y afectar la credibilidad de un fiscal, un funcionario, y un comisario, según informan varios medios santafesinos, entre ellos La Capital y La Opinión.

De acuerdo a las fuentes, la detención del también ex jefe de la Brigada Departamental Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), fue ordenada el miércoles por el fiscal federal en Santa Fe, Walter Rodríguez por hechos ligados al encubrimiento, el incumplimiento de los deberes de funcionario público y de abuso y atentado al a autoridad. 

Tiempo atrás también había sido detenido un subalterno de Díaz, el policía Carlos Rodrigo, quien fue procesado por el juez federal Marcelo Bailaque por encubrimiento por favorecimiento personal agravado por ser funcionario público, atentado contra la autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y tenencia de drogas. Además se le trabó un embargo de 400 mil pesos. 

Rodrigo habría sido quien, a pedido de Díaz, envió en junio del año pasado un correo electrónico anónimo a la Fiscalía Federal N°2 de Santa Fe, en el cual se denunciaban hechos de gravedad institucional que involucraban a un integrante del Ministerio Público Fiscal de la Nación y lo señalaban como líder de una organización delictiva.

Posteriormente, ante la hipótesis de que la denuncia era, en realidad, un ardid para desviar actuales investigaciones en curso, entre otros delitos, el fiscal Rodríguez convocó al Departamento Técnico del Narcotráfico de la Policía Federal Argentina para realizar distintas diligencias que culminaron con cuatro procedimientos simultáneos: en la dependencia donde trabajaba el oficial, en su vivienda y en otros dos domicilios relacionados con él. En ese marco, se secuestraron elementos de interés para la investigación, como un pan y un trozo compacto de clorhidrato de cocaína, con un pesaje aproximado de 667 gramos.

El rol de Cristian Díaz

Siempre de acuerdo a los medios santafesinos, para el fiscal federal, Díaz abusó de su condición de jefe de la Brigada Departamental Antidrogas de a AIC para impartir órdenes inconstitucionales a sus subalternos: entre ellos fue el autor intelectual del anónimo que envió por correo electrónico Carlos Rodrigo desde una cuenta que él mismo armó desde su computadora personal a la Brigada, en donde refería que había una banda narco operando en Santa Fe y que sus jefes eran un fiscal federal , un funcionario del Organismo de Investigaciones y un comisario que, para entonces se había ido del área de drogas.

Se los acusaba en el libelo digital de darle protección y encubrir a la presunta narco Lorena Melgarejo, entonces prófuga, y a Vanesa Saravia, a quien justamente los tres denunciados detuvieron con casi 150 kilos de cocaína en noviembre de 2019.

De esta manera, según el fiscal, Rodrigo colaboró con Melgarejo a eludir las investigaciones de la autoridad competente, a hacer afirmaciones de gravedad institucional, desde el anonimato de un correo electrónico eludiendo su responsabilidad como funcionario público. En su indagatoria, Rodrigo señaló que hizo el escrito por pedido de su jefe, el subcomiario Díaz.

De acuerdo a las fuentes, para que no quedaran huellas digitales, Díaz le había llevado a la casa de Rodrigo (ambos vivían en Laguna Paiva) un papel escrito con el contenido de la denuncia que luego iba a enviar por e-mail Rodrigo.

Todo ello fue corroborado a partir de antenas de telefonía entre los móviles de Rodrigo y Díaz, más el aporte del escrito original entregado por Díaz. 

El fiscal Rodríguez también pidió que se lo indague a Díaz por concusión y encubrimiento. Ello fue motivado porque los agentes de la Policía Federal que detuvieron a Díaz le encontraron anotaciones que dan cuenta que el funcionario contaba con alrededor de 50 personas físicas o jurídicas de las cuales recibía “colaboraciones”. Las mismas tenían que ver en cargas de combustibles, “donaciones” de animales de personas que aparecían como “enganchadas” en ciertos ilícitos.

La hipótesis del fiscal es que Díaz “hacia la vista gorda” frente a ciertos hechos delictivos y los facturaba por impunidad en su rol de jefe de la Guardia Los Pumas en Frontera.