“No sólo que le hizo ‘eso’ a mi hija, sino que la amenazó de muerte con un arma de fuego para que no denuncie ni diga nada. Ella volvió toda desesperada a casa. Tenía marcas. Encima, cuando nos llevaban luego en el patrullero a hacer la denuncia, nos volvieron a decir que no digamos nada y que no fuéramos con la prensa”.

La mujer habla y tiembla. Se llama M. y es la madre de C., una chica de 12 años que denunció haber sido atacada sexualmente por un efectivo de la Policía de Córdoba días atrás en un obrador del barrio Ciudad Parque Las Rosas, en el sur de la Capital provincial, donde estaba como guardia adicional.

El oficial fue detenido e imputado como supuesto autor de abuso sexual agravado por su condición, precisamente, de policía. Paralelamente, el Tribunal de Conducta Policial lo puso en situación pasiva, mientras se sustancia un sumario interno.

 

El episodio bajo investigación habría sucedido el sábado pasado al anochecer. Ni la Policía ni el gobierno de la Provincia informaron oportunamente sobre la detención de este uniformado acusado de violador.

De hecho, ayer fue imposible obtener una versión oficial sobre el episodio. Ninguna autoridad policial quiso hablar sobre el caso. De todos modos, fuentes oficiales confirmaron a La Voz del Interior los alcances de la imputación y recalcaron que todo está en investigación.