Nuevamente la detención de un uniformado salpica puertas adentro a la Departamental San Justo de Policía. Esta vez se trató de un efectivo que venía cumpliendo tareas no operativas dentro de la fuerza –no trascendió el motivo de esto- a quien se lo vincula a una organización narco que fue desarticulada hace unos diez días en San Francisco.

El detenido fue identificado como Luis Robledo, quien el pasado jueves fue aprehendido por personal de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) ante la orden del fiscal Bernardo Alberione. Éste está investigado como presunto partícipe de la banda que comercializaba estupefacientes no solo en nuestra ciudad sino también en Josefina (Santa Fe).

La detención de Robledo se suma a la de otros policías de la misma departamental que son investigados, algunos también por su vinculación al negocio de las drogas y otros por hurto y encubrimiento.

También hay que agregar dos efectivos de Policía Caminera actualmente con prisión preventiva e imputados por abuso sexual contra una compañera en el destacamento de la localidad de Brinkmann.

El último en caer

Robledo es uno de los nueve implicados en una organización que aparentemente era comandada por Diego Tolosa (42), un hombre que está preso en la cárcel de la ciudad santafesina Coronda y que tenía al menos seis puntos de venta de drogas entre San Francisco y Josefina.

Unos diez días atrás se sucedieron los primeros allanamientos de esta causa que demandó más de un año de investigación. Uno de los puntos de venta centrales que se cerró fue una rotisería ubicada en Garibaldi al 90. De este primer operativo se secuestró una importante cantidad de drogas: 1690 dosis de marihuana y 834 de cocaína; armas y dinero en efectivo por una cifra cercana al millón de pesos. También seis motos.

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El mismo jueves que detuvieron a Robledo, otras dos personas corrieron la misma suerte: una mujer de apellido Luna, en donde se habría mudado la venta de estupefacientes tras el cierre de la rotisería que funcionaba como “kiosco”, y un hombre de apellido Herrador que se encontraba prófugo de la Justicia.

Con esas tres detenciones, ya son nueve los implicados. Anteriormente habían sido atrapados tres hombres y tres mujeres: María Alejandra González (43), Oscar Guia (40), María Eugenia Veliz (39), Diego Paz (42), Noelia Andino (32) y Martín Veliz (19).

En el marco de este último allanamiento en un domicilio se incautaron varias armas de fuego como ametralladora, pistolas y escopetas recortadas.

Los anteriores implicados

Esta última detención no pareciera ser un hecho aislado. Es evidente que la Policía de Córdoba viene viviendo una crisis institucional que parece agravarse en este 2022 y salpica a varios policías del departamento San Justo.

En septiembre del año pasado, el cabo Carlos Liendo Oro y el agente Mario Nievas, quienes prestaban servicio en Arroyito y Villa Concepción del Tío, respectivamente, fueron detenidos por integrantes de la FPA y acusados por presunta comercialización de estupefacientes, "narcomenudeo".

Por otro lado, en junio de este año la Justicia imputó a seis policías por supuestamente robarse un arma de fuego de la comisaría de Morteros y ocultar el hecho. Esto provocó el descabezamiento de las principales autoridades de esa dependencia, decisión avalada por la jefa de la Policía, Liliana Zárate.

A estos uniformados la fiscalía de Morteros los acusó de haberse robado una pistola Browning calibre 6.35 milímetros que había sido secuestrada en un hecho delictivo. El arma estaba bajo custodia en la dependencia, sin embargo fue a parar otra vez a manos de la delincuencia, no se sabe si a través de una venta o un alquiler.

Tres policías quedaron imputados por hurto agravado. Además, están acusados por el supuesto delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Se trata del subcomisario Juan Diego Véliz Oviedo, el oficial ayudante Marco Antonio Valdez Martino y la sargento Liliana Beatriz Oviedo.

En paralelo, hay otros tres uniformados imputados por presunto encubrimiento agravado: el sargento ayudante Alexis Sebastián Barzagui, el oficial ayudante Lucio Abdony y el sargento Darío Gette.

La Policía Caminera también

La Policía Caminera también fue noticia en la región. Dos policías de Brinkmann fueron imputados el pasado mayo por abuso sexual y quedaron detenidos con prisión preventiva. La orden fue librada por la fiscalía de instrucción de Morteros, a cargo de Juan Avila Echenique.

La medida recayó sobre el sargento primero Luciano Emanuel Córdoba y el cabo primero Elio Nicolás Montiel, imputado por los delitos de “abuso sexual agravado reiterado y abuso sexual doblemente agravado”. Los denunció una compañera de trabajo, subalterna de ellos.

La secuencia de delitos que tiene a policías como protagonistas resquebraja sin dudas la confianza en la fuerza por parte de la población, que exige mayor seguridad y también compromiso de los jefes policiales locales, con hechos que son un llamado de atención para las altas esferas.

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