Pedro Gustavo Maldonado asumió el pasado lunes como nuevo director de la Departamental San Justo de Policía. Tiene 53 años y contará 33 de servicio en la fuerza desde marzo próximo.

Nacido en Córdoba capital, el comisario mayor magister viene de cumplir la función de director en la departamental Río Segundo. Previamente lo hizo en la departamental General San Martín y hasta estuvo al frente de Departamentales Sur. Entre otras cosas, lideró la Brigada de Capturas del Departamento General de Inteligencia Criminal de la institución.

Maldonado inició su nuevo desafío el día que llegó a nuestra, entre otras autoridades, el ministro de Seguridad de Córdoba Juan Pablo Quinteros, quien vino a poner en marcha la Mesa Operativa Conjunta tras el acuerdo con la Nación de que trabajen en conjunto las fuerzas federales y provinciales sobre todo en la lucha contra el narcotráfico.

“Es una buena decisión la conformación de esta Mesa. Se venía trabajando ya con operativos interfuerzas pero ahora tiene una fuerza legal. Desde nuestra parte lo vamos a reforzar y es una decisión excelente, por eso estamos organizándonos, analizando modos y estrategias para actuar”, explicó Maldonado en una entrevista con El Periódico.

- ¿Qué tan problemático es estar en el límite con la provincia de Santa Fe desde lo delictivo?

- Somos todos argentinos, la gente tanto de Frontera como de barrio Acapulco es vecina nuestra, muchos trabajan de este lado o muchos que viven allí son de San Francisco. No comparto esto de que de un lado están los buenos y del otro lado los malos, no hay que estigmatizar. La idea es diagramar estrategias preventivas con la provincia vecina para brindar seguridad a la gente de un lado y del otro.

- ¿Esa será un poco la lógica de este puesto móvil de control en la zona del camino interprovincial?

- Son operativos que se organizan desde la departamental. La idea es darles seguridad a los vecinos, con presencia policial.

- ¿De acuerdo a su experiencia con qué ciudad se encontró al llegar a San Francisco?

- Una ciudad encantadora, de muy buen trato por parte de los vecinos. A mí me gusta caminar la calle, ir a los barrios y hablar cara a cara con la gente porque es me ayuda más que la estadística fría que da número. Suele haber una cifra negra porque hay problemáticas que no se denuncian. Entonces, en base a esa información crear y organizar estrategias preventivas.

- El cara a cara es lo que la gente demanda.

- Por supuesto. Trabajamos en un nuevo paradigma sobre la seguridad que ya no es el trabajo únicamente de la policía sino algo mancomunado con municipalidades, niveles educativos, comisiones de deportes, el ciudadano mismo que participa de reuniones vecinales. Buscamos dar soluciones a través de estrategias preventivas. Acá funcionan muy bien los grupos de WhatsApp para dar aviso, alertas, algo que he implementado en otras departamentales y dan muy buenos resultados. Muchos de los hechos positivos, con detenciones, es porque un vecino nos avisa. El móvil patrullando puede notar cosas sospechosas, las cámaras de seguridad también, pero el vecino sabe sobre los movimientos. Un 80 por ciento de los positivos, me animo a decir es porque un vecino llamó y hemos encontrado infraganti al autor de un hecho.

- Además del delito común la policía tiene mucha intervención en temas de violencia familiar. ¿Se le la atención que merece?

- No tenemos que menospreciar ese tipo de delitos, lamentablemente una discusión familiar puede terminar en lesiones graves u homicidio. No hay que prestar atención solo a los delitos comunes, contra la propiedad. A muchas mujeres, también hombres, les cuesta denunciar. Hay que evitar que lo que empezó con una discusión termine en algo grave como un femicidio. El policía no debe minimizar ninguna situación.