Uno de los flagelos actuales en materia de seguridad, son los robos de motocicletas en San Francisco, Frontera y Josefina. Según un relevamiento de El Periódico, en el último mes de julio se llegaron a robar al menos tres motocicletas por semana.

Muchos de estos casos no son denunciados porque los damnificados son puestos entre la espada y la pared por los delincuentes para que se muevan rápido y ofrecen devolver el rodado mediante el pago de un rescate, fenómeno que también aumentó.

Por este motivo y para atacar de lleno la comercialización ilegal de motovehículos robados o motopartes, la División Investigaciones de la Policía inició diversos operativos de control y verificación en talleres mecánicos dedicados a la reparación de este tipo de rodados.

“Mercado negro”

Altas fuentes de la Policía local confirmaron que existe “una cifra negra en cuanto a hechos de robos de motos que no son denunciados porque la gente por pagar rescates, y es una actitud que nos preocupa”.

Desde la Jefatura, reconocieron que “si hay robo de motos es porque también hay un mercado negro de venta motopartes”. Por ello, semanalmente se realizan operativos en distintos comercios de estas características.

Los procedimientos son sorpresivos y no solo se investigan los talleres sino también los depósitos que puedan llegar a tener los propietarios.

Desde la Policía local buscan llevar estas medidas al Consejo de Seguridad Interprovincial para que los controles también se realicen en talleres de Frontera y Josefina.

El último miércoles, agentes de la División Investigaciones con la colaboración del verificador policial, requisaron un depósito en Carlos Gilli al 100 donde secuestraron una camioneta Renault Traffic con pedido de secuestro con fecha 15 de octubre de 2019 y numerosos repuestos de motocicletas.