Otro intento de esta telefónica a una jubilada en San Francisco tuvo como víctima esta semana a una mujer de 80 años. Con la excusa de que el banco necesitaba una actualización de todos sus valores, se hicieron pasar por su nieta y la llamaron a su teléfono fijo para pedirle una gran cantidad de datos sobre sus pertenencias, que la mujer entregó engañada. Por suerte, los estafadores no concretaron la visita al domicilio de la víctima para retirar los objetos y la maniobra fue advertida por un familiar días después.

El hecho se produjo en la mañana del pasado lunes 26 de agosto, cuando una voz de mujer llamó al teléfono fijo de Clide, la víctima. Se hizo pasar por su nieta y le explicó que su hija (es decir, la mamá de su nieta) estaba en el banco y que por eso no podía llamarla para que le diera datos muy importantes para un trámite, además que su otro hijo estaba muy ocupado trabajando y que no podía hacer la gestión. Así la retuvieron unos 20 minutos en el teléfono pidiéndole mucha información.

Mailén, su nieta, contó el hecho a El Periódico y precisó que la estafadora conocía los nombres de todo su entorno familiar y hasta el trabajo de un hijo de la mujer. "Le dijeron que desde el banco le pedían la actualización de todo lo que ella tenía. Le preguntaron si tenía dólares, cuánta plata tenía y hasta los números de serie de los billetes. Después le preguntaron si tenía joyas, de qué marca y cuánto pesaban. Además le pidieron los datos de las facturas de luz, gas y agua para ver cuánto había pagado. O sea, una descripción total porque le decían que el banco pedía eso", relató Mailén.

La mujer no tenía dólares, entonces la estafadora le insistió en preguntarle si estaba segura, que debía tener. "El trato siempre era como si yo la hubiera llamado. No tenía ninguna tonada cordobesa, no había nada raro en la voz. Por eso ella creyó que hablaba con su nieta. Después le dijeron que estaba todo bien y que mi mamá iba a pasar a buscarle los objetos de valor", continuó la joven. Por alguna razón, nadie se hizo presente en el domicilio de la mujer para concretar la estafa.

Cayó en la cuenta

La situación no fue advertida por la familia de Clide hasta este jueves, cuando su hija la visitó. Ahí, la jubilada le comentó que había hablado con quien ella creía su nieta "por el tema del banco" y en ese momento descubrieron que todo había sido un intento de estafarla.

"No pasó nada, pero saben todos los movimientos. Le pidieron mucha información. Ella está con miedo, quedó asustada porque siente que en cualquier momento le van a entrar a robar", explicó Mailén.

La nieta aclaró que su abuela está informada, totalmente lúcida y sin ningún problema de memoria, pero que en todo momento creyó que hablaba con su nieta ya que le nombraron a varias personas del entorno familiar.

"Le dieron el nombre mío, de mi novio, el nombre de mi mamá, el trabajo y nombre de mi tío. Datos muy finos y ella creyó que era real la situación", agregó.

Finalmente, la nieta contó que habló con su abuela para que tome mayores recaudos y esté alertada de que ninguna entidad va a solicitarle esos datos por teléfono. "Le expliqué que el banco, Anses o cualquier organismo tiene registrados esos datos y no se los van a pedir por teléfono, que nadie le va a solicitar esa información", concluyó.