Nélida tiene 76 años y vive en barrio Parque de nuestra ciudad. Se queja porque cada semana que debe realizarse quimioterapias se le dificulta encontrar un remise que la busque en su casa, la lleve y luego la traiga a este sector de San Francisco.

“Acá no entra nadie que no sea del barrio. Hay unos chicos criados acá que son choferes de remises y me dan una mano para traerme al centro y llevarme a hacer las quimioterapias una vez por semana. Pero son pocos”, afirmó la mujer que vive cerca de la famosa “villita”.

Desde una empresa explicaron a este medio que los principales problemas se dan durante la noche, aunque hay excepciones: “La otra tarde llevé a una maestra a la escuela y me tiraron varios cascotazos. Le dije que no me llamara más para este viaje. Me dio lástima porque era una excelente clienta, pero mi seguridad y la del auto está por encima de todo”, afirmó un chofer.

También en otros

En barrio San Cayetano, el presidente del centro vecinal, Omar Tobares, se mostró preocupado en la semana por los robos que vienen sufriendo los vecinos de lugar. Indicó que los delincuentes aprovechan la cercanía del Camino Interprovincial y la posibilidad de escapar hacia la ciudad de Frontera donde hay otra jurisdicción.

Pasando el Interprovincial el escenario no cambia. Remiseros también tienen en claro dónde no deben entrar y destacan en Frontera los barrios Santa Ana y San Javier. “En esos lugares entran los que son de la zona, si no…olvidate. Es imposible pasar porque seguro que te roban”, afirmó un remisero.

Por su parte, repartidores de alimentos, bebidas y cigarrillos también se quejan. Estos últimos denuncian que en ciertos sectores le cobran “peaje” que consiste en dejar alguna bebida. En barrio Acapulco, jurisdicción Josefina aunque enclavado en nuestra zona, una firma que reparte golosinas y otra importante de bebidas ya no ingresan para abastecer a los almacenes y kioscos.

“Te dejo a unas cuadras”

Los trabajadores del volante prefieren perder viajes por temor a ser asaltados. Una periodista de El Periódico vivió una situación parecida tiempo atrás cuando necesitó cubrir un procedimiento policial, en el cual secuestraron drogas en barrio Parque.

No la quisieron llevar por temor: “Si querés te puedo dejar a unas pocas cuadras”, le propuso el remisero, quien además consultó en la central telefónica de la empresa y ningún otro vehículo aceptó el viaje.

En el centro dudan

El mismo remisero apuntó que algunos semáforos de la zona céntrica se están volviendo una trampa para el delito. Y señaló el de la esquina de Uruguay y San Lorenzo. “Muchos te paran en el centro y piden que los vayas llevando a distintos lugares. Cuando te das cuenta te meten en una zona oscura y te llevan la radio, el celular y la recaudación del día”, añadió.

Último hecho

En la madrugada del miércoles, Rubén Martínez, remisero, circulaba por el Interprovincial y fue detenido por dos supuestos clientes que querían ser trasladados al Barrio San Cayetano.

Al llegar a la dirección indicada, uno de los “pasajeros” lo tomó del cuello y el otro, que iba adelante, lo amenazó con un cuchillo. Le robaron la recaudación, 430 pesos, la tiquera, la base de comunicaciones y el celular.