A Leandro Santiago Sacco (24) la Justicia de San Francisco lo buscaba por una denuncia de abuso sexual a una adolescente de 17 años en agosto pasado. Lo que parecía una fuga de pocos días, se convirtió en un ocultamiento durante casi seis meses como prófugo. Finalmente, fue capturado en los primeros minutos de la madrugada del lunes 7 de febrero en la localidad bonaerense de San Nicolás. Pero, ¿cómo se llegó a su detención?

A la Fiscalía de Delitos Complejos que comanda el experimentado fiscal Bernardo Alberione le faltaba un “golpe de horno” más para detener a Sacco, pero no sabía cuándo lo iba a lograr. Desde octubre pasado lo venían siguiendo con una pista en San Nicolás y por eso a los investigadores no les sorprendió que allí fuera capturado poco después de la medianoche del domingo.

Hay que aclarar de entrada que con el prófugo detenido, comienza ahora una nueva etapa para tratar de esclarecer el grave caso por el que está imputado. Pero que lo principal aquí no es cuánto tiempo estuvo prófugo, cómo hizo todo este tiempo para ocultarse y quiénes lo ayudaron, sino que una adolescente denunció que fue violada tras haber sido drogada y reclama una respuesta de la Justicia.

¿Qué vincula a Sacco con San Nicolás de los Arroyos, esta ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires? Los investigadores pudieron establecer vínculos entre la iglesia evangélica Jesús Salva en San Francisco con su par en la ciudad bonaerense. El vínculo no es de extrañarse ya que Víctor Sacco, padre del joven detenido e imputado por abuso sexual, es justamente pastor en esa iglesia local. Además, el joven tenía otros conocidos allí y desde la Fiscalía detectaron llamadas entre su entorno que estaban conectadas con esa ciudad.

Con estos datos, el fiscal Alberione viajó en octubre pasado hasta San Nicolás junto al comisario inspector Diego Rodríguez, de la Departamental San Justo de Policía. Allí estuvieron realizando trámites pertinentes para iniciar el rastreo y Rodríguez permaneció cuatro días más haciendo distintas tareas.

De seguro no había nada, pero por allí podría estar. Ya era una nueva pista e importante. No obstante, la Policía también lo esperaba en nuestra ciudad y por eso tuvieron que hacer horas y horas de vigilancia en un domingo muy especial: en el Día de la Madre, el pasado 16 de octubre, con la esperanza de que el joven Sacco intentara visitar a la suya en nuestra ciudad. Mientras la mayoría pasaba la jornada en familia, Rodríguez tuvo que pasarlo arriba de un vehículo por si Sacco cometía el error de aparecer. Pero eso no ocurrió.

Mover ficha

“Imaginen la situación del prófugo, ¿está cómodo sabiendo que lo busca la Policía provincial, Federal y Gendarmería? Es una causa muy particular y evidentemente es gente que sabe lo que hace, porque lo estamos buscando hace tres meses”, reflexionaba el fiscal Alberione en una entrevista con El Periódico Radio allá por noviembre.

Pero pese a la pista nicoleña, pese a los allanamientos en la ciudad en la zona, pese a la búsqueda internacional con Interpol, pasaban los días y Sacco no aparecía, por lo que el fiscal movió una ficha importante a comienzos de febrero. Alberione se reunió con el fiscal General de la provincia de Córdoba, Juan Manuel Delgado, para volver a impulsar la búsqueda de Sacco a nivel nacional. Rápidamente se difundieron otra vez los detalles del caso a otras autoridades en todo el país, junto a una imagen del joven buscado y eso provocó que distintos medios a nivel nacional volvieran a reflejar el tema el pasado fin de semana. También lo hicieron los medios de San Nicolás y uno de ellos reflejó que podría estar en esa ciudad. Algo ya se sospechaba.

La presencia de Alberione y Rodríguez en San Nicolás unos meses atrás no era un dato menor. Si no hubieran viajado muy probablemente los agentes bonaerenses no se hubieran interesado de la misma manera por una nota de la Fiscalía General de Córdoba. “Se tuvieron que mover porque fuimos, porque tenían la presión. Con un oficio no te dan bola”, comentó una fuente de la investigación.

Así se llegó a la madrugada del lunes 7 de febrero. No hubo un allanamiento, pero tampoco fue ninguna suerte. No lo fueron a buscar directamente a un lugar fijo, pero en San Nicolás la Policía sabía que allí podía estar. Cuando fue interceptado por agentes en la zona de la “Costanera” nicoleña poco después de las 00:30, solo y caminando, los policías dijeron que Sacco mintió al dar sus datos personales. Pero que con un par de repreguntas, terminó confesando su identidad.

El fiscal Alberione fue anoticiado en plena madrugada. Sabe que no fue ninguna casualidad, pero tampoco lo esperaba de manera inminente. Para refutar la acusación de “falta de garantías” esgrimida por la familia de Sacco, de inmediato envió hacia San Nicolás a uno de los secretarios de la Fiscalía, Oreste Gaido, quien pudo asegurar la normalidad de todo el proceso. También viajó el sargento Cristian Savid, de la Departamental San Justo, otro de los que más intervino en la investigación junto a la sargento Jésica Favret.

A poco de amanecer, la noticia llegó a los medios de San Francisco y de todo el país. Sacco había sido detenido e iba a ser trasladado a nuestra ciudad.

Alberione no recuerda en sus casi 30 años de fiscal haber tenido alguien prófugo en una causa por tanto tiempo. En sus declaraciones posteriores a la detención remarcó que nunca se lo dejó de buscar, que se hicieron unos 40 allanamientos, y que se invirtió muchísimo trabajo de todo su equipo en esta causa, que lejos está de haber sido la única que tenía que resolver.

Leandro Sacco todavía no fue declarado culpable de nada. Aún no presentó formalmente su abogado y por protocolo covid-19 se encuentra detenido en Córdoba en la Unidad de Contención de Aprehendido (UCA). Todavía no se sabe cuándo podría ser indagado, pero por primera vez en casi seis meses podrá dar su versión de los hechos y quedar a disposición de la Justicia.