No había alarma de incendios. No había aspersores ni salidas de emergencia. Y cuando un músico trató de apagar un incendio que comenzó con juegos pirotécnicos, el extintor no funcionó.

Todos los elementos estaban dispuestos para la tragedia que ocurrió el domingo en la madrugada en el centro nocturno Kiss. El resultado fue el peor incendio en más de una década en Brasil, con 231 personas muertas en el poblado de Santa María que sigue impactada y de luto.

 

Los funerales comenzaron el lunes mientras siguen saliendo a la luz reportes sobre la acumulación de descuidos y errores en ese abarrotado lugar de diversión nocturna.

Seguridad. De acuerdo con las normas de seguridad, los clubes deben tener un extintor por cada 139 metros cuadrados (1.500 pies cuadrados), así como múltiples salidas de emergencia y los límites al número de asistentes deben ser estrictamente respetados. Pero parece que nada de eso ocurrió en el centro nocturno.

"Un problema en Brasil es que no hay control sobre cuánta gente es admitida en un recinto", dijo Joao Daniel Nunes, ingeniero civil. "Nunca han estado claramente especificados y nadie controla cuánta gente ingresa a estos centros nocturnos".

El alcalde de Santa María, José Fortunati dijo a Radio Gaucha que decenas de clubes fueron cerrados en año pasado por no cumplir con las normas.

En tanto, la policía brasileña arrestó a tres personas y busca a una cuarta en relación al incendio, informaron el lunes las autoridades.

El inspector Ranolfo Vieira Junior dijo en conferencia de prensa que las detenciones son sólo para fines investigativos y que tienen un límite de cinco días.

Declinó identificar a los detenidos, así como a la cuarta persona a la que se busca, pero el diario local Zero Hora cita al abogado Jader Marques diciendo que su cliente Elissandro Spohr, copropietario del lugar, había sido detenido.

El periódico también dijo que la policía detuvo a dos miembros de la banda que estaban en el escenario cuando se inició el incendio. El guitarrista del grupo dijo a la prensa brasileña que vio llamas en el techo después de que activaron una máquina de pirotecnia para su espectáculo.

El ministro de Salud Alexandre Padilha dijo que la cifra de muertos podría aumentar drásticamente porque muchos de los 75 heridos están en condición crítica.