La Cámara del Crimen de San Francisco condenó este miércoles a Germán Matías Gómez a un año de prisión condicional por la muerte del cachorro Chocolate, el perrito que fue despellejado vivo en enero de 2017. La fiscalía había pedido una condena de un año de prisión condicional para el acusado y el juez Guillermo Rabino lo consideró responsable del maltrato al animal con esa pena.

La sentencia fue leída en la tercera jornada del juicio oral y público, algo histórico para los casos de maltrato animal en el país. Gómez llegaba acusado por los delitos de violación de domicilio y maltrato animal. Era el único sospechoso y por el caso pasó 22 días detenido en 2017.

Al no tener antecedentes, el fiscal Oscar Gieco había solicitado que la pena sea de cumplimiento condicional, es decir, que no ingresará a la cárcel. Se trata del máximo de la pena prevista en casos de maltrato animal, por violación a la llamada Ley Sarmiento. La parte querellante, representada por la abogada Gretel Monserrat, que patrocina a la Fundación Bio Animalis, solicitó también un año de prisión para Gómez, pero de cumplimiento efectivo, es decir, en la cárcel. El juez se decidió por la primera opción.

Además, la sentencia dispuso que deberá hacer tareas comunitarias durante dos años en un municipio y deberá seguir ciertas reglas de conducta. 

"Estoy tranquilo porque sé que soy inocente", dijo Gómez a los medios tras la lectura del fallo, e insistió en que le armaron la causa. Su abogado, Sergio Corón Montiel, anticipó que podría apelar el fallo después de conocer los fundamentos del mismo, que se publicarán el 13 de junio. 

De esta manera, se cerró un capítulo en la causa por el recordado cachorro, cuya muerte traspasó las fronteras de San Francisco y adquirió amplia repercusión nacional e internacional. Tras morir, Chocolate se convirtió en un símbolo contra el maltrato animal en todo el país.

El juicio fue un hecho histórico en casos de maltrato animal ya que se trataría de la primera causa que llega a una instancia de debate oral y público. En la mayoría de ellas el juicio se suspende ante el otorgamiento de una "probation", generalmente por tareas comunitarias o donaciones a instituciones.

Juicio por Chocolate: Germán Gómez fue condenado a un año de prisión condicional
El fiscal Gieco había pedido un año de prisión condicional.

Los indicios de la Fiscalía

En un extenso alegato que duró dos horas, Gieco hizo un pormenorizado detalle de toda la etapa de instrucción y basó su pedido en los indicios que, a su juicio, halló en la investigación.

Entre ellos, que el patio del acusado es el de más fácil acceso al lugar donde se encontró al cachorro, que la puerta de adelante tenía rejas y no se podía pasar, que una vecina lo había oído mientras cortaba el pasto el día en que ocurrió el hecho, y que había un sillón colocado en su patio junto a la tapia del patio donde fue encontrado el animal.

El fiscal consideró que estos indicios eran suficientes para acreditar la responsabilidad de Gómez en el ataque al cachorro.

Además, sostuvo que la prueba de luminol podría arrojar un falso negativo en ciertas condiciones de humedad en el ambiente como la registrada en los días en que se hicieron los peritajes, y que la misma es difícil de realizar sobre césped.

La defensa insistió en la falta de pruebas

El abogado de Gómez subrayó que la acusación de la fiscalía tenía muchas dudas y falta de pruebas para considerar que su defendido haya sido el autor de la brutal agresión al animal. "¿Una versión va a matar a una declaración? Es un despropósito jurídico", criticó Montiel.

Cuestionó además que se haya cremado el cuerpo del animal, asegurando que se podrían haber obtenidos precisiones sobre las heridas que le causaron la muerte.

También señaló que a su defendido nadie lo vio saltar la tapia, que no se encontró el arma cortante, que las pruebas de luminol dieron negativo y que Gómez no tenía conocimientos anatómicos como para realizar el corte al cachorro sin que sangrara. Además, ante la acusación de haberlo lanzado por encima de la tapia, señaló que nadie observó que el perro estuviera quebrado, pero que no se podía saber ya que fue cremado.

Entre otros puntos, indicó que tampoco el veterinario observó restos de pasto en el animal.

El caso

Chocolate murió en la madrugada del 10 de enero de 2017, días después de haber sido hallado con gran parte de su cuerpo despellejado en una vivienda de barrio La Milka.