Un caso insólito se dio a conocer en la mañana de este martes cuando un agente del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) fue pasado a situación pasiva luego de ser denunciado por sus compañeros al intentar ingresar drogas y teléfonos celulares a la penitenciaría de Bouwer. 

El hecho se dio a conocer cuando en un control de rutina compañeros del suboficial ayudante Roberto Fernando Montoya detectaron estos elementos sopechosos. 

En total se contabilizaron 13 celulares, 16 chips, 11 cargadores, 6 auriculares, un envoltorio con 460 pastillas (psicofármacos) y 110 envoltorios pequeños cargados de cocaína, que en total sumaban 92 gramos.

La Jefatura del SPC dio inmediata participación a la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico y al Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario.