Por fortuna la puede contar. Francisco "Canilla" Dávila, de 61 años, fue baleado en la tarde del lunes mientras se encontraba con su esposa fuera de su domicilio de Calle 74 esquina 9, en barrio Santa Teresita de Frontera.

Todo ocurrió alrededor de las 16. La pareja vio pasar a dos jóvenes en moto y al instante escucharon cuatro detonaciones que aparentemente vinieron de apoco metros de donde estaban ubicados. Aunque el objetivo eran los motociclistas, una de las balas entró debajo de la axila izquierda de Dávila y quedó alojada en la “pared” del pulmón. Otra rozó en su muñeca y las dos restantes pegaron en el frente de la casa.

Al recibir el impacto, Dávila cayó al piso bañado en sangre. Inmediatamente sus familiares lo llevaron al Hospital Iturraspe de nuestra ciudad, sin embargo, al no poder ser atendido por un cirujano cardiovascular fue deriva en horas de la noche al Hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe.

“Están evaluando qué arterias dañadas tiene para ver si lo operan”, explicó a El Periódico Nancy, su esposa, quien se encontraba esperando el parte médico en la siesta de este martes.

La mujer sostuvo que las balaceras en Frontera “se dan muy seguido, acá tiran tiros todos los días”, afirmó.

Cabe recordar, que en 2016 el hermano de Francisco, Abraham Dávila, de 56 años, fue asesinado por un disparo de arma de fuego que le impactó a la altura del corazón, en la esquina de Calle 56 y 11 de la vecina localidad. Le disparó un joven que circulaba en moto junto a una mujer.