El padre de Abril Sosa, la nena que fue hallada sin vida el lunes por la tarde en barrio Alta Córdoba, dijo que el sospechoso que fue detenido por la Policía lo ayudó a buscar a su hija de cuatro años.

“Me ayudó a buscar a mi hija cuando él mismo la tenía. Una mente muy enferma. No sé en qué cabeza cabe una cosa de éstas, de venir a golpearte la espalda y decirte: ‘Ya va a aparecer”, relató Cristian Sosa. 

El detenido por el caso es Daniel Alberto Ludueña (35), un hombre que está separado y tiene un hijo y una hija que no vivían con él. Fuentes de la causa dijeron a La Voz que el sospechoso tiene denuncias por abuso y violencia familiar.

Ludueña vivía en una pensión a unos 50 metros de la casa de la familia Sosa.

“Nos dijeron que había abusado de su sobrino y lo había matado, que abusó de su hermana también, pero en ese momento no sabíamos nada”, dijo el padre de Abril al programa Aquí Petete de Mitre Córdoba. 

“Él venía a casa, me ayudó a pintar mi casa. Compartíamos una cena, un almuerzo, no sé qué mente tan enferma podía tener este hombre para hacer semejante cosa”, expresó.

“Él alquilaba a la vuelta, y al lado, donde encontraron el cuerpo de mi hija. Desde el día cero le dijimos a la Policía quiénes podían ser”, señaló y agregó que nunca pensaron que podía “ser este hijo de su mama”.

Por otro lado, Cristian Sosa rechazó que el crimen esté asociado a un “ajuste de cuentas” vinculado a su pasado como vendedor de drogas. 

“Por eso la Policía a mí me pegó antes de ayer, porque pensaban que yo o mi señora teníamos que ver. Ahora no aparece ninguno. No me acuerdo el nombre del oficial que me pegó. Pero quiero aclarar que no ha sido ningún ajuste de cuentas ni nada”, dijo. 

El hombre reconoció que hizo algo “malo” al “haber vendido o consumido” droga.

abril5

Abril era la quinta de seis hermanos. Vivía con sus padres en barrio General Bustos. Desapareció del frente de su casa el sábado por la noche, en medio de la tormenta. Los investigadores creen que fue estrangulada y arrojada en un bolso dentro de un descampado, a unas 10 cuadras de la casa familiar.

Fuente: La Voz del interior