La muerte de Yanina Nüesch, de 16 años, y Luján Peñalva, de 19, que aparecieron colgadas de una soga en Salta, en 2012 tuvo un nuevo giro por una investigación realizada por el equipo de forenses y especialistas en criminalística de Estados Unidos, que determinó que las muchachas fueron asesinadas. 

Las jóvenes aparecieron muertas, ahorcadas por una misma soga, en una finca de maíz, en Cerillos, a unos dos kilómetros al sur del barrio San Carlos, en donde vivían. El episodio conmovió a toda la localidad y se creyó que se trató de un pacto suicida entre amigas.
Sin embargo, para los forenses norteamericanos, fueron víctimas de un homicidio. 

El informe que publicó El Tribuno, indica que hubo errores graves en el procedimiento de la autopsia y que se señaló una data incorrecta sobre los parámetros de la muerte como así también en la mecánica de la muerte. 

Indicios 

Los peritos identificaron, además, posibles lesiones por violencia en los cuerpos que no fueron considerados por los investigadores de Salta.

Tampoco encontraron indicios de que las muchachas hayan llegado solas caminando al lugar donde se las encontró, y consideran que las huellas de pisadas son insuficientes y que habría una que corresponde a una persona no identificada. Sostienen que tal vez fueron llevadas de manera inconsciente "por terceros, masculinos". 

Para avanzar se propuso la realización de un nuevo análisis de ADN, a hacer en Estados Unidos, para contrastarlo con el perfil genético hallado en la blusa de Yanina.

"Algo sorprendente es el hecho de que ambas estuvieron recostadas o apoyadas en algún lugar por la forma y dirección de la mancha de sangre hallada en el pantalón de Luján", apuntaron.

Descartaron suicidio 

Los especialistas destacaron que la soga fue acomodada en la rama y en los cuellos de las víctimas y descartaron el suicidio por la manera en que fue colocada en el cuello y por "la falta de compatibilidad entre el largo de la soga, la altura de la rama y la altura de las chicas".

En su momento, los padres de Yanina se inclinaban por la hipótesis de suicidio, en tanto que los de Luján siempre estuvieron convencidos de que se trataba de un homicidio. 

"Ellos son los criminólogos más eminentes, cuyo informe preliminar nos indicó claramente que en ningún momento se trató el tema como un suicidio, ni siquiera como un posible suicidio. Quiero decir que para ellos esa posibilidad ni siquiera es remota; no entiendo cómo en Salta pudieron cerrar el caso de una manera tan taxativa", afirmó padre de Luján, Gustavo Peñalva, a El Tribuno.