Pablo Cesar Toso salió de su domicilio en Plaza San Francisco el jueves en la madrugada. Según informó su esposa Alejandra Boscarol, se dirigía hacia el tambo de su suegro ubicado a cinco kilómetros de la localidad de Plaza Luxardo.

Se fue con lo que tenía puesto y no volvió a su casa. Tampoco contestó los llamados que su mujer le hizo durante esa mañana, lo que la preocupó. Por eso llamó a los padres de Pablo para saber si habían hablado con su hijo y estos le respondieron que no. Inmediatamente hicieron la denuncia policial.

La investigación

La búsqueda comenzó ese jueves por la tarde. El comisario de la Departamental San Justo, Félix Quinteros, informó a El Periódico que se desplegaron cinco móviles que recorrieron la zona comprendida entre Freyre, Quebracho Herrado y Luxardo. También participó del operativo personal policial integrante del GERS  (Grupo Especial de búsqueda y salvamento). Pero no hubo novedades.

El viernes se realizó un rastrillaje aéreo en la zona rural aledaña a San Francisco y a localidades santafesinas, aunque tampoco hubo éxito.

Cámaras

Quinteros explicó que solicitaron a la estación de peaje cercana a Monte Cristo las imágenes del jueves para saber si el WV Polo color azul, en el que Toso se conducía, había pasado por el lugar rumbo a la ciudad de Córdoba.

El Periódico pudo conocer que la Policía accedió a esas imágenes que mostraban el paso de un auto de esta marca y modelo con una sola persona al volante, aunque no se visibiliza el número de patente ni el rostro del conductor, por lo cual no sirve a la investigación.

Hipótesis

Los trascendidos en un primer momento indicaban que en el medio de esta situación había grandes deudas, en algún caso vinculado al juego. Hasta se rumoreó que le había pedido prestado días atrás una importante suma de dinero a un amigo.

Los investigadores, por el momento, no apoyan su trabajo en estos trascendidos. Confían en que Toso esté con vida porque según ellos recorrieron toda la zona rural que rodea a San Francisco y no lo hallaron ni a él ni a su auto.

Su madre, Susana Bianchotti, reconoció en declaraciones radiales que su hijo solía viajar algunos fines de semana a lugares donde se desarrollaban carreras de caballo y de galgo, aunque con fines comerciales debido a que es propietario de una veterinaria ubicada en barrio El Prado. Esta aclaración la hizo cuando fue consultada sobre si su hijo tenía alguna deuda, a lo que agregó: “Lo único que conocemos es que hay una deuda. Pero no sabemos de qué es”, sostuvo.

Luego, la mujer le dejó un mensaje a su hijo: “La deuda es pagable, hay mercadería que se puede devolver a proveedores si hace falta. El (por su hijo) ya pasó por otra situación más fea que no tuvo solución y esto la tiene”.

La madre se mostró esperanzada

“Tenemos que estar en pie; acá hay dos nietos, una esposa que está sola y dos negocios. Estamos andando despacio y esperándolo a Pablo, si el auto no aparece es porque está andando”, le dijo en horas de la tarde del viernes a El Periódico.

Luego criticó a una radio cordobesa por hacer trascender que había en el medio alguna relación con la droga: “No son nadie para juzgar a nadie, que traigan las pruebas y después que hablen”, declaró molesta.

“No sé los motivos por los que se fue”

Es lo que dijo la esposa, Alejandra Boscarol, al ser consultada por El Periódico. “No sé los motivos, no se llevó nada, salió de casa para trabajar de manera normal como siempre y desapareció”, dijo la mujer con la que Toso tiene dos hijos.

“Es un chico sano, muy querido por todos en la ciudad, ama la familia que tiene, es imposible que esté en algo relacionado a la droga, es mentira lo que están diciendo”, lo defendió ante los rumores.

“Ahora necesito que aparezca, que me llame y me diga ´no quiero ir por tal motivo` y que está bien y listo”, agregó Alejandra, quien afirmó estar contenida tanto por su familia como por la de su marido.

DATOS
Cualquier novedad se puede comunicar a los teléfonos 03564-430130 – 03564-15419084, o a la Policía.