Al igual que la familia de  Celina Bergantiños  -la joven diseñadora de modas asesinada el fin de semana en su casa de San Telmo-,  Romina Neu  vive por estas horas un calvario: el sábado último perdió a su mejor amiga, y al día siguiente también a su marido. 
 
El hombre, identificado como Miguel Ángel Santa Marinha, le confesó el domingo que fue él quien mató a Celina, publica el diario La Nación. Fuentes policiales explicaron al matutino que Neu finalmente lo denunció en la comisaría. Él, en cambio, intentó sacarla del país y hasta la habría amenazado de muerte para que no lo delatara.
 
Poco antes de esa confesión, y cuando Neu hablaba con un oficial de Homicidios de la Policía Federal, él le habría enviado a través de un mensaje de texto de un celular que la esposa de Santa Marinha no conocía la advertencia: "Dejate de joder con subir cosas a Facebook. Vas a terminar igual que Celina".
 

Según las fuentes consultadas por el diario, Neu le hizo saber de la intimidación al oficial, que se fue de la casa de la pareja, situada en Monte Grande, para dar aviso de esa amenaza de muerte, hasta ese momento sin conocer el autor del texto. 

Minutos después de la partida del policía, Santa Marinha bajó desde la planta alta y le dijo a su mujer que el mensaje lo había enviado él. "¡Ahora quiero que me cuentes todo!", le gritó Neu. "Vamos a Uruguay hasta que se calmen las cosas", le habría dicho él, para intentar convencerla de salir del país. 

Neu no le hizo caso y alertó a la policía de la confesión, según reproduce el matutino. Con ella, ya serían tres las personas a las que el imputado les habría confesado ser el autor del asesinato. Los otros son dos amigos de él, a los cuales les explicó que el crimen había sido consecuencia de una pelea en la que Santa Marinha le reclamaba a Bergantiños el pago de una prenda.

Pese a esa versión, los investigadores no descartan otra hipótesis sobre la cual trabajan: la existencia de una relación sentimental entre el acusado y Celina. "Hay grabaciones de video de un garaje lindero al edificio de la joven en las que se ve a Santa Marinha el miércoles, el jueves, el viernes y el sábado (día del crimen). Por eso es difícil creer que sólo habría ido allí a cobrar una deuda", explicó al matutino una fuente policial.

Frente a estas sospechas, la fiscal a cargo del caso, María Paula Asaro, (la misma del caso Ángeles Rawson) ordenó un hisopado vaginal para tratar de dilucidar si la joven había tenido recientemente relaciones sexuales con Santa Marinha o no.

 

Según el informe preliminar del cuerpo médico forense, Miguel Ángel presenta cortes en las manos, compatibles con cortes producidos por un cuchillo tipo Tramontina. De acuerdo al escrito, este tipo de heridas son compatibles con lesiones que se provocó cuando estaría apuñalando a la víctima. 
 
El hombre, de 34 años, fue indagado ayer por la jueza que interviene en el caso, aunque se negó a declarar y se confirmó que continuará detenido. 
 
En tanto, la jueza ordenó varios allanamientos, entre los que se encontraban dos locales comerciales y un domicilio particular en la planta alta, donde el hombre habitaba. Además, se realizó una inspección en el automóvil propiedad de Santa Marinha, el mismo que aparece en las cámaras de seguridad de la cochera del edificio en el que vivía Celina.