Corea del Norte denunció este martes que dos bombarderos nucleares estadounidenses acompañados por aviones surcoreanos se acercaron hasta su zona fronteriza, una acción que para Pyongyang "sitúa a la península coreana al borde de la guerra".

La agencia estatal norcoreana de noticias KCNA informó que "una formación" de bombarderos nucleares B-1B partió en las últimas horas desde la isla de Guam y llegó a aproximarse a unos 80 kilómetros de la ciudad costera surcoreana de Gangneung, cerca de la frontera con el Norte, donde se ensayó "un bombardeo nuclear".

Un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó a la agencia de noticias EFE que los bombarderos norteamericanos accedieron el lunes a espacio aéreo surcoreano, aunque no quiso precisar su número ni la zona geográfica donde fueron desplegados.

Por su parte, una fuente del gobierno de Seúl detalló a la agencia Yonhap que dos B-1B estadounidenses arribaron a la zona mencionada por KCNA acompañados por cazas surcoreanos F-15K en torno a las 10.30 hora local del lunes.

No es la primera vez que el Pentágono envía los B-1B a la península coreana (la última había sido el pasado 1 de mayo) como manera de exhibir su fuerza militar a modo de respuesta ante un ensayo de armas de destrucción masiva de Pyongyang.

"Al borde de la guerra"

En su artículo de KCNA, el gobierno de Kim Jong-un consideró que el envío de los bombarderos constituye una "pataleta imprudente que sitúa a la península coreana al borde de la guerra" y acusó a Washington de querer atacar Corea del Norte con armas nucleares.

El texto concluye con la advertencia de que una guerra atómica en la península "desencadenaría un desastre que convertiría el territorio continental de Estados Unidos en tierra chamuscada".

El ensayo de misiles del lunes es el noveno de Pyongyang en lo que va de año y el tercero en apenas tres semanas.

Los insistentes ensayos armamentísticos de Corea del Norte han llevado a un aumento de la tensión en la región y a una escalada verbal con el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que ha llegado a insinuar que estudia posibles ataques preventivos.

Las numerosas fotografías publicadas hoy por el diario norcoreano Rodong Sinmun confirmaron que la prueba de ayer se trató de un misil de corto alcance basado en el Scud soviético.

Con este último lanzamiento, Pyongyang parece haber redondeado un ciclo armamentístico en solo tres semanas, ya que el 14 de mayo disparó con éxito el Hwasong-12, que aparenta ser la base sobre la que desarrollar su codiciado misil intercontinental, y el 21 un Pukguksong-2, su nuevo proyectil de alcance intermedio.

Todos estos test parecen arrojar mejoras de rendimiento, aunque muchos expertos aún duden sobre la verdaderas capacidades de Pyongyang y, ante todo, de cuán cerca está de crear un misil capaz de equipar una cabeza nuclear y de poder alcanzar territorio estadounidense.

kim2