Los controles de alcoholemia fueron tema de debate en la última sesión del Concejo Deliberante el último jueves, en el marco de un pedido de informes presentado por el bloque de Mejor San Francisco que intentaba conocer la frecuencia con qué se realizaban, los lugares y si participaban todavía padres prestando su colaboración a la Policía municipal.

La concejal del oficialismo Fabiana Palacio respondió que los controles se realizan en forma frecuente, durante las madrugadas de los fines de semana y con la colaboración de Gendarmería, la FPA y la Policía de Córdoba. Asimismo, la edil aseguró que a lo largo del tiempo lograron disminuir la cantidad de autos y motos secuestradas por esta infracción pasando de un promedio por fin de semana de 25 motos a 6 y de un promedio de 10 automóviles a 4.

Faltan los padres

La concejal de Mejor San Francisco, Claudia Lenis, criticó que los controles se hagan solo en la zona céntrica e hizo hincapié en la disolución del grupo de padres (llegaron a ser unos 40) que acompañó durante un par de años a los agentes municipales. Aseguró que tenían un importante rol en la contención y concientización.

Este grupo de padres que comenzó a funcionar en el año 2008, que se capacitaba y reunía en el edificio de la Casa del Niño, apoyaba durante las madrugadas el trabajo de la Policía municipal, y además contenía a los conductores alcoholizados mediante la conversación y el ofrecimiento de una taza de café: “Nuestra participación bajaba el nivel de violencia de los controles”, recordó un padre que formaba parte del grupo.

Sin embargo desde diciembre de 2014, los padres no siguieron participando de los controles. Palacio no dio precisiones del porqué de esta situación, aunque indicó que en las próximas reuniones convocarían a los padres para consensuar su vuelta: “Las puertas están abiertas”, sostuvo.