Este jueves se presentaba en los papeles como una jornada interesante en el juicio que se lleva adelante en los tribunales locales por la muerte de la farmacéutica de Arroyito, Lorena Auban.

Hoy fue el turno de Ramona Peludero, mujer que en 2007 regenteaba una whiskería y que, según declaró el policía Carlos Cabral el martes, se presentó a la sede policial espontáneamente para decir que Jonathan Arias le confesó en julio de ese año que había matado a la joven de 28 años.

Peludero, mujer de 49 años, cabello color rubio y recogido con varias hebillas metálicas, se presentó pasadas las 11 horas y prestó declaración hasta las 13.30 aproximadamente.

La mujer llevó adelante un relato confuso por momentos, lo que originó que en varias oportunidades le repregunten. Sostuvo que Arias llegó esa mañana del hecho a la whiskería y le pidió 200 pesos para irse de Arroyito. Ella notó que estaba drogado y pensó que quería huir porque la policía lo estaba buscando.

La testigo indicó que no sabía hasta el momento lo que le había sucedido a Auban y que le preguntó varias veces a Arias qué le pasaba, qué había hecho. Éste le contestó –siguió la mujer- que fue a robar a la farmacia, que vio que Lorena llegaba en la moto y que cuando ella entró por la puerta del costado del local se metió con ella. Luego le pidió dinero y la tuvo que atar “porque se había puesto pesada”, relató Peludero.

Alguien habló de muerte

La querella intentó refrescarle a la mujer la memoria y procedió a leer una declaración de esta testigo hecha en 2007 en sede policial. En esa oportunidad, consta en los registros con su firma, la ex encargada de la whiskería indicó que Arias le dijo: “Cuando me di cuenta que estaba muerta agarré un remis en la calle y vine a pedirte que me ayudes”.

Al escuchar esta frase en boca del fiscal Pezzano, la mujer se exaltó y afirmó que Arias nunca le dijo eso. Fue ahí cuando contó que pocas veces le leían su declaración en voz alta y que siempre le hacían firmar planillas dejando un espacio en blanco. Cabe destacar que esta testigo tiene dificultades a la hora de leer y escribir y que la justicia está obligada a mostrarle su declaración antes de que la firme.

Cabos sueltos

Por otra parte, Peludero aseguró que muchas veces declaró en la justicia sin la presencia del fiscal y que una vez un hombre, a quien no conocía, le ofreció dinero para casarse con Arias y cambiar la declaración.

Otra incógnita es un cuchillo encontrado en la whiskería horas después de la visita de Arias. La mujer dijo que podía habérsele caído a algún paisano, de los tantos que frecuentaban el lugar. En esa oportunidad, la policía le sugirió que podría haber sido de Arias.

Sobre el bolso que llevaba el imputado esa mañana en que la visitó, la mujer contestó que solo llevaba bebidas.

Relaciones

Peludero dijo en sala no conocer al viudo Cristian Bizone pero sí a Alberto “el calmao” Flores, a quien le supo pedir algún favor.

También se refirió la relación que tenía con el oficial Carlos Cabral, alias “panda”.

“Cuando habla le cae bien a la gente, te da una oportunidad pero cuando te puede acostar lo hace”, dijo la mujer, quien además agregó “no confío en él; con este tipo de gente nunca voy a tranzar”.

De esta forma, Peludero dio una versión totalmente opuesta a la Cabral, quien declaró en el día de ayer y hasta dejó entrever que habían pactado para detener a Arias en la terminal de Córdoba (ver lo que dijo Cabral).