Cientos de personas murieron este martes durante el bombardeo israelí al hospital Al Ahli -localizado en el norte de la sitiada Franja de Gaza-, que era operativo y amparaba a pacientes, personal sanitario y desplazados internos, confirmó Naciones Unidas. 

"Estoy horrorizado por la muerte de cientos de civiles palestinos en un ataque a un hospital de Gaza hoy, que condeno enérgicamente. Mi corazón está con las familias de las víctimas. Los hospitales y el personal médico están protegidos por el derecho internacional humanitario", dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, a través de un tuit después de conocerse la noticia.

Guterres también condena el ataque perpetrado contra una escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, (UNRWA) en el campo de refugiados de Al-Maghazi, en Gaza, en el que han muerto al menos seis personas, informó por otro lado su portavoz.

Tras extender sus condolencias a las familias de las víctimas, el vocero indicó que Guterres subraya que "los hospitales, las clínicas, el personal médico y los locales de la ONU están explícitamente protegidos por el derecho internacional".

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Las agencias de la ONU condenaron en los términos más enérgicos el ataque y conminaron a respetar el derecho internacional humanitario y las leyes de derechos humanos, que prohíben las agresiones contra el personal e infraestructura sanitaria, al igual que contra la población civil.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su repudio y pidió la protección activa inmediata de los civiles y la atención médica a los heridos.

Los primeros informes apuntan a cientos de muertos y lesionados aún sin precisar, pero algunos despachos de prensa atribuyen las autoridades de Gaza reportes de 500 víctimas fatales.

La OMS señaló que el hospital era uno de los 20 del norte de Gaza afectados por las órdenes de evacuación del Ejército israelí y reiteró que se trató de una disposición imposible de implementar dada la inseguridad actual, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias, personal, capacidad de camas del sistema de salud y refugio alternativo para los desplazados.

“Las órdenes de evacuación deben revertirse. Se debe respetar el derecho internacional humanitario, lo que significa que la atención de salud debe protegerse activamente y nunca ser un objetivo”, reiteraron.

Al conocer la noticia, el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, dijo al llegar a El Cairo que Gaza está de rodillas. 

“Los sistemas de salud, el agua y la sanidad están colapsando. Le están arrancando su dignidad a la gente”, declaró Martin Griffihts.

A la luz del ataque, la Organización Mundial de la Salud convocó una rueda de prensa en la que enfatizó su condena y reiteró que el sector de la sanidad debe ser protegido por todos los medios y nunca debe ser blanco de agresiones.

“Si un hospital no está a salvo, ¿qué lo está?”

En el intercambio con los periodistas, Richard Peeperkorn, representante de la OMS para los territorios palestinos ocupados, se refirió al bombardeo al hospital como “un horror”. “Si un hospital no está a salvo, ¿qué lo está?”, preguntó.

“Este ataque no tiene precedentes en escala, pero hemos visto ataques constantes a los hospitales de los territorios palestinos ocupados. Desde el sábado y hasta antes de este terrible embate, habíamos registrado 115 ataques a instalaciones de salud, 51 de ellos en Gaza, con 15 trabajadores sanitarios muertos en servicio”, indicó.

Peeperkorn agregó que hasta la mañana de hoy, la cifra de palestinos muertos superaba los 3000, más de la mitad de ellos mujeres y niños, y los heridos sumaban más de 11.000.

“Lo que se necesita inmediatamente en Gaza es acceso. El corredor de Rafah se debe abrir lo más pronto posible. Hay una falta urgente de combustible, agua, alimentos y medicinas e insumos médicos”, dijo.

Agregó que los suministros están listos en la frontera, esperando para ser distribuidos. “Se precisan con urgencia, este horror debe terminar”, apuntó.

También participante en la conferencia de prensa, el doctor Mike Ryan, director de Programas de Emergencia, expresó gran consternación e hizo hincapié en que cualquier ataque al personal o las instalaciones sanitarias es una violación del derecho internacional, no importa dónde ocurra ni por qué.

Esos recintos están bien identificados, todas las partes saben dónde están y deben respetarlas, añadió.

El barrio de Al-Rimal, en el norte de Gaza, ha quedado devastado por los ataques aéreos.
El barrio de Al-Rimal, en el norte de Gaza, ha quedado devastado por los ataques aéreos.

La ayuda no puede esperar

Asimismo, Ryan aseveró que en el entorno que se vive en Gaza, la ayuda no puede esperar. 

“Necesitamos garantías de seguridad. El bombardeo debe parar para que la asistencia vital entre y pueda ser repartida en toda Gaza. Y esto tiene que ocurrir ahora, esta noche o mañana temprano, esto no puede esperar, simplemente no puede. (…) Cada segundo que desperdiciamos perdemos vidas”, afirmó.

Preguntado sobre la posibilidad de enviar socorro mediante lanzamientos aéreos, argumentó que la escala de suministros que se precisa en Gaza requiere la entrada de camiones con cargamentos por toneladas. “Son más de dos millones de personas las que debemos atender”, insistió.

“No hay justificación”

“Entendemos el miedo, sufrimiento y rabia que vivió Israel con los ataques de Hamas, pero no se puede justificar lo le que está pasando a la gente común y corriente de Palestina. Esto se debe detener”, reiteró, mencionando la falta de agua, alimentos, medicinas, combustible y otros bienes básicos.

La mención del ataque de Hamás se refería al del pasado 7 de octubre sobre varias localidades israelíes, que dejó más de 1400 muertos.

El Fondo de Población (UNFPA) y el Fondo para la Infancia (UNICEF) se aunaron a las condenas al ataque.

“Pedimos la protección de los civiles, incluidos los niños, y de las infraestructuras. Necesitamos un alto el fuego inmediato y acceso humanitario”, puntualizó UNICEF.

En la misma línea se pronunció el coordinador para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, en tanto que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos sostuvo que la arremetida contra el hospital es “totalmente inaceptable”.

“Los hospitales son sacrosantos y deben ser protegidos a toda costa. Todavía no sabemos la magnitud total de esta carnicería, pero está claro que la violencia y los asesinatos deben cesar ya”, subrayó Volker Türk, apelando a todos los Estados con influencia a actuar para ponerle fin a tan horrenda situación y a conseguir la entrada de ayuda de emergencia.