Como homenaje a su padre restauró su último auto
Se trata de Daniel Fiore, que le dio vida a un Isard 700 de 1965 que perteneció a su papá ya fallecido. Cada vez que lo saca a la calle hay gente que se lo quiere comprar, pero para el hombre el “auto no tiene precio”.
En la ciudad deben existir solamente tres de los últimos Isard 700, uno de los autos más populares en la década de 1960. Uno de ellos perteneció a Miguel Ángel “Tuto” Fiore, un apasionado de los “fierros” que preparaba estos vehículos para el rally. Uno de los modelos del año 1965 quedó en la familia y su hijo Daniel lo restauró por completo en homenaje a su “viejo” fallecido, de tal forma que causa admiración a quien lo ve por la calle.
“Este es el último auto que tuvo mi viejo; no estaba así, se restauró por completo, de a poco lo fui acomodando. Todavía no está todo terminado pero la idea es finalizarlo y poder usarlo”, le contó Daniel a El Periódico.
Para el hombre, que también tiene un taller mecánico sobre calle Cabrera, el Isard 700 significa un recuerdo muy fuerte de su padre y una vez que termine con toda la restauración del auto su idea es poder presentarlo en distintos eventos.
“Me llevó varios años restaurarlo-aseguró-, le hicimos toda la parte de lo que es piso, zócalos, guardabarros, tuvimos que hacerle todo. De afuera estaba muy bien, lo pintó un amigo en el garaje de su casa. El interior, todo lo que fue tablero, instalación eléctrica y tapizado se hizo todo nuevo. Me faltan algunas cositas de suspensión, para mejorarlo un poquito”.
Te lo compro
“Es difícil hasta salir a la calle”, dijo entre risas Daniel. Y esto es por cada vez que su Isard estaciona en algún lugar los “fierreros” de corazón se acercan para admirar el choche, hacerle consultas e incluso hay quienes se lo quieren comprar a toda costa.
“El sábado fui a la estación de servicio a cargar nafta y ni bien paré se bajaron dos hombres que se acercaron a verlo y me pidieron comprármelo. Les dije que no, este auto no tiene precio por lo que significa para mí. Es un recuerdo de mi padre y se va a quedar conmigo”, explicó.
Según Daniel el Isard fue un autito que estuvo bien hecho para la época y del cual “Tuto” Fiore era un fanático de su mecánica y su andar. “Si lo viera mi viejo ahora sin dudas se emocionaría mucho”, aseguró el mecánico.
Un poco de historia
El Isard Royal T-700 es un automóvil sedán de dos puertas, basado en el Glas Isar (inicialmente Goggomobil T 700) de origen alemán fabricado entre los años 1960 y 1965. Fue uno de los autos más populares de la década del 60'. También fue producido en Argentina.
Motor delantero, tracción trasera, un tricuerpo de dos puertas con buen espacio interior y que ofrece una sensación de manejo muy agradable. Es un auto ágil, liviano, ideal para la ciudad. Un año después de su presentación, o sea en 1961, apareció una variante con diseño rural que se llamó Kombi, de la que se produjeron 3.216 unidades.