
Pensar en el otro: vieron a un perro desorientado, lo cuidaron y lograron devolverlo a su familia
Camila Arpino y su hermana cuidaron de Lorenzo, un caniche epiléptico que se había extraviado. La joven resaltó la necesidad de tener empatía en estos casos y alentó a resguardalos de los ruidos fuertes en las Fiestas.
San Francisco tiene una ordenanza que prohíbe la comercialización de pirotecnica en el ejido urbano, este año disminuyó mucho el ruido que ocasionaban en diciembre debido a los festejos por Navidad y ahora Año Nuevo.
A pesar de esto sigue habiendo animales que se pierden porque todo el estrés de los movimientos de la época los desorientan y ese es en parte el caso de Lorenzo, un caniche de color negro que llevaba dos días extraviado de su casa y además padece epilepsia.
Afortunadamente una familia lo acogió temporalmente hasta que hallaron a su familia. Más allá del hecho en sí ellos dijeron a El Periódico que querían resaltar la necesidad de pensar en las mascotas aunque no sean las propias y ayudar desde donde se puede.
Camila Arpino fue quien contó sobre las aventuras del pichicho: "Mi hermana lo vio en el camino a Plaza San Francisco. Hacía mucho calor, le abrió la puerta del auto y subió. Enseguida pensamos que estaba bien cuidado y debía tener familia. Mientras tanto avisamos a la Protectora, publicamos su hallazgo. Después nos contactaron".
Lorenzo fue encontrado en un estado desesperante, la joven indicó que estaba sediento, temblaba mucho, tenía olor nauseabundo y aparte se había ido lejos de casa, ella presume que quizás escapando de otros animales y el tránsito.
"Notamos que tenía un olor como cuando se revuelcan en algo sucio o un animal muerto, por eso lo bañamos para refrescarlo y sacarle ese olor. Después se acostó, se relajó y durmió hasta que lo vinieron a buscar", sostuvo.
Empatía
La familia Arpino se define como "mascotera" por eso resaltaron en su mensaje la importancia de no hacer la vista a un lado cuando un animal se nota que está perdido o al menos debe ser retenido y cuidado.
"Hacía del martes que estaba perdido, llevaba dos días dando vueltas. Sufren mucho porque se desorientan y salen de su zona de confort. Por eso es importante cuidarlos más en esta época que hay mucho ruido o se pueden escapar", concluyó.