“Te excede la cantidad de animales en situación de abandono que hay y que no podés ubicar”, asegura Claudia Cagnola, integrante de la Sociedad Protectora de Animales, una de las varias entidades animalistas que hay en San Francisco, que, como el resto, trabaja sin fines de lucro para darles una buena calidad de vida a perros y gatos.

Así como sucede en esta organización, pasa en las demás, desde donde reconocen que el abandono de animales es algo diario.

“El abandono está siendo otra vez bastante presente, se había como apaciguado un poco y yo no sé si es por la pandemia, la crisis o qué, pero ahora el tema es la gente que se muda deja sus animales en la calle. Entonces es como que por ahí vos venís más o menos bien y dando animales del refugio en adopción y te aparecen estas cuestiones que te hacen retroceder. Nunca podés tener una estadística más o menos concreta porque siempre va apareciendo esto”, agrega.

En la actualidad, en San Francisco son más de 150 los animales, principalmente perros, que esperan por un hogar definitivo -ya que muchos están en hogares ‘de tránsito’- y una familia para compartir sus vidas.

Cagnola asegura que es “enorme” la cantidad de gente que escribe en la página de Facebook para dar en adopción sus animales por los más diversos motivos. Lamentablemente, a muchos de estos animales es más difícil conseguirles hogar, ya que son adultos o de gran tamaño, los más “despreciados” por los adoptantes.

“Todos buscan el peludito, el pomposo, el lindo. A veces va gente al refugio a querer buscar un animal, pero ante la necesidad de estos animales, que sabés que quedan en situación de calle porque la gente se los va a sacar de encima de alguna manera, terminás ubicando uno de esos y siempre siguen quedando los del refugio”, explica Cagnola.

Hoy la protectora tiene a su resguardo unos 80 animales en el refugio. Son animales que, pese a que tienen techo, comida y demás cuidados, están en adopción. También hay varios animales en hogares transitorios: unos 15 o 20 animales que también están necesitando hogar, que permanentemente se están publicando en las redes sociales.

“Hace dos meses que están bastante frenadas las adopciones, y cuando es un mes bueno, podemos hablar de cuatro adopciones al mes, ahora hace unos meses que viene decayendo bastante ese tema”, lamenta Cagnola.

Más de 100 perros y gatos esperan ser adoptados en San Francisco

 Adopciones responsables

Un caso similar es el que atiende Patitas de la Calle, que en la actualidad tiene unos 10 o 12 perros en adopción y no puede precisar la cantidad de gatos ya que permanentemente van apareciendo más.

Claudia Pronello, miembro de esta organización, explica que la tarea para dar en adopción un animal no es fácil ni rápida, sino que lleva todo un proceso por medio del cual buscan que el perro o el gato no vuelva a la calle.

“Lo que nosotros hacemos es pedir los datos de la persona interesada. Hemos organizado un registro de adoptantes, entonces tratamos en lo posible de que las personas tengan buenas referencias con respecto a los animales porque no es cuestión de entregarles un animalito y que a los dos o tres días o al mes esté dando vueltas de nuevo por la calle”, detalla Pronello.

Del registro forman parte todas las entidades animalistas de la ciudad, a modo de trabajo en equipo. “Todas estamos dentro de ese registro, buscamos que no tengan malas referencias en el sentido de si devolvió un animal, lo maltrató, lo abandonó en la calle. Pedimos los datos, nombre, dirección, teléfono. Y concretamos generalmente una visita previa al domicilio, no para ver las condiciones de la casa, porque es lo que meno nos interesa, sino para ver si el animal en el lugar donde va a estar va a tener resguardo, en el caso de que haya mal tiempo o haga mucho calor. Y bueno, si hay otras mascotas en el domicilio, se ve el estado en que están”, relata la voluntaria.

El patio no es un requisito excluyente, pero sí se analiza que el animal vaya a estar cómodo en el nuevo hogar. “A veces hay personas que no tienen mucho patio y quieren tener una mascota, pero la sacan a pasear con collar y correa como corresponde. Depende de la persona interesada en adoptar, no es que descartamos por el simple hecho de que no tengan un patio”, explica.

También se chequea que si hay animales en la casa, los mismos tengan una buena aceptación de la nueva mascota para favorecer la adaptación y evitar consecuencias.


Casos de los más variados

En el arduo trabajo de buscar nuevos hogares, las animalistas se encuentran con situaciones de las más diversas: “Nos encontramos con gente que tiene muchos animales y que quiere seguir adoptando, nos encontramos con gente que es primeriza, que nunca ha tenido un animal. Se ve de todo, generalmente se trata de ir trabajando sobre referencias, nos vamos pasando los datos entre nosotras mismas”.

Pronello agrega que, personalmente, cuando se entera de que alguien con antecedentes de abandono de animales se postula para adoptar nuevamente, lo pasa por alto. “No es que sea selectiva. Yo saco el animal de la calle, entonces la idea es que no vuelva a la calle. Si yo se lo doy a una persona que tiene la costumbre o que ya lo hizo una vez, de dejar un animalito en la calle, a su suerte, a mí eso me indica que pueden volver a hacerlo”, ejemplifica.

Hasta el día de hoy son más de 10 los perros que buscan una nueva familia. Y otros tantos gatos. “Permanentemente entran camadas enteras de gatos. Tratamos en lo posible de castrar a las hembras que dan cría, siempre y cuando nos los permitan. Porque muchas veces te dan la camada y no te dejan sacar la gata. Tenés que ir y volver varias veces y tratar de convencerlos de que te entreguen la gata para que no se vuelva a repetir esa situación”, manifiesta.

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El tránsito

Por fortuna, muchos de los animales que son abandonados en la calle encuentran hogares “de tránsito” o temporales, en donde son bien atendidos. Pero esta es otra situación que complica la tarea de los voluntarios.

“Si están en guarderías, implica un costo. Tenés que mantenerlos y darles la atención veterinaria en caso de que sea necesario, la vacuna, desparasitarlos, los productos para las pulgas, todo ocasiona gastos”, asegura.