Los últimos meses fueron muy tristes para todos los que integran de alguna manera u otra Sportivo Belgrano. En menos de seis meses el club sufrió la pérdida de tres de las cuatro mascotas que habían adoptado. Todas fallecieron por la misma causa: atropelladas.

Diana era una de las perras que frecuentaba el estadio Oscar Carlos Boero. Pasaba todo el día dentro del club de barrio Alberione. Tantas horas dentro de las instalaciones de la institución hicieron que forje relación con Carlos Favot, el encargado del mantenimiento del estadio y el predio.

“Diana era un personaje en el club. Carlos tenía una scooter y ella venía en la moto con él, donde se apoyan los pies. Viajaba en moto y así llegaba al estadio. Era una especie de galgo. También fue atropellada y murió”, contaron desde el área de prensa.

La misma suerte corrió Gabi, un perro pointer que frecuentaba el predio Nicolás Losano, que está ubicado en barrio San Cayetano y que es utilizado por el equipo para entrenar.

“Como siempre, el perro termina llegando a donde hay mucha gente y lo terminan adoptando. En el predio está lleno de chicos todo el día. Le empezaron a dar de comer a este perro, que era del barrio, y prácticamente terminó viviendo en el predio”, revelaron.

Gabi falleció hace alrededor de un mes y medio atropellado por un auto. Se llamaba así porque uno de los jugadores, Gabi Garay, es el que más en contacto estaba con él, explicaron desde la institución.

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“Blanquita”, la más querida

Sin dudas, Blanquita era una de las mascotas más queridas del club por ser la que más tiempo permaneció en el estadio. “Era la que más tiempo hacía que estaba en el club. Apareció un día y al haber chicos, por la escuelita, se quedó. Fue quedando ahí, le empezaron a dar de comer y de a poco se convirtió en la mascota del club”, recordaron.

Blanquita era muy querida en la institución, sobre todo por el plantel y por quienes ya llevan algunos años trabajando en el club. Tristemente murió atropellada la semana anterior en inmediaciones del estadio.

“Negro”, el heredero

“Negro” fue quien quedó como el único heredero, hasta el momento, del cariño de quienes hacen su paso por la institución de barrio Alberione.

El animal también forjó una estrecha relación con Favot, quien lo adoptó como su mascota. “Es un perro grandote, hermoso. Apareció hace un año en el club y empezó a jugar con Diana. Desde que murió Diana el perro empezó a hacer todo lo que hacía ella, es increíble. Lo sigue hasta la casa, que está a unas cuadras. Es un perro grandote que se cree caniche por cómo salta y viene a jugar”, cuentan allegados a la “verde”.

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“Se crió acá”

Favot añadió que al llegar al club, hace más de tres años, lo conoció. “Era cachorro, se crió acá, estaba con la familia que tenía el comedor. Ahora que volví se encariñó tanto que está todo el día atrás mío. Apenas vienen los dirigentes ya lo buscan al ‘Negro’”, relató.

Según las palabras del encargado, que trabaja por la mañana y por la tarde en el lugar, cuando se ausenta, tanto al mediodía como a la tardecita, el animal lo sigue: “Me voy con la moto y él viene atrás de la moto, come en mi casa y se acuesta”.

Y agregó con nostalgia: “Cuando tenía a Diana, que la mataron en el predio hace unos meses y que vivía las 24 horas conmigo, se coló ‘Negro’. Siempre se llevaron de acuerdo. Así que lo dejé en casa”.

“Me sigue al lado de la moto hasta casa y se queda en el patio. Si llueve lo entro al garaje. Es buenísimo. Es tranquilo, ya tiene sus años. Que no se me arrime otro perro a mí porque no quiere, vos podés creer”, concluyó risueño.

Favot también recordó a Blanquita: “A ella siempre la hacía entrar, a las siete se iba a dormir. Tenía una cuchita. Le daba de comer, la encerraba y a la mañana la largábamos, ella se quedaba en el club”.