Carlos Paz, Mina Clavero, Santa Rosa. Es sabido, pero hay que partir de ese dato esencial: en Córdoba, las vacaciones de julio nunca fueron temporada alta. Otros destinos nacionales se ubican en la cima del turismo invernal. Sin embargo, cada año se renueva la expectativa porque representa de igual modo un ingreso de visitantes por arriba del habitual y que moviliza las economías regionales serranas.

Para este invierno, las reservas vienen bien moderadas. Córdoba y una docena de provincias inician su receso escolar el próximo fin de semana, pero porteños y bonaerenses largan desde el siguiente. Por eso, en las Sierras, aguardan que el flujo aumente en la segunda quincena de julio. La expectativa, en general, es que los números no se achiquen respecto del invierno anterior, que no se contó entre los mejores.

Para tentar a más visitantes, una larga lista de eventos y espectáculos se suman a la grilla en los diferentes valles.

Impresiones

Manuel Echegaray, director de Turismo de Mina Clavero, apuntó que se combina “un buen nivel de consultas con un menor nivel de reservas”. Señaló que Córdoba hizo una intensa promoción para esta temporada y que se supone que “mucha gente se decidirá sobre la hora”. Se mostró convencido, además, de que el mayor movimiento será del 17 al 30, con la salida de bonaerenses y porteños.

Pablo Almeira, cabañero de Mina Clavero, resumió: “Hasta ahora todo se presenta muy tranquilo, hay pocas consultas y las confirmaciones son por estadías más cortas. La gente necesita salir, pero tiene menos plata”.

Desde Villa Cura Brochero, el empresario turístico Alberto Guzmán, comentó que “la expectativa es buena, pero la situación económica se siente”. Pronosticó un movimiento similar al moderado del invierno anterior y manifestó: “Lo distinto de nuestro destino es que tiene el plus de san Brochero; en ese sentido acá puede mejorar la movida, porque hace un año aún no era santo”.

En precios, por ejemplo, Mina Clavero ofrece promociones de tres noches más una excursión a 900 pesos, en un alojamiento económico. Desde ese valor parte, hasta otros más costosos, según días, servicios y categoría del alojamiento.

En Calamuchita, en tanto, hay localidades con dispares expectativas. En invierno, Villa General Belgrano y La Cumbrecita suelen registrar altos rendimientos, mientras que otros destinos más dependientes de ríos, lagos y sol traccionan menos.

Cecilia Miretti, del hotel Bremen de Villa General Belgrano, señaló que hasta el momento tienen reservas ya señadas del 40 por ciento. “Viene bien el nivel de consultas y ahora empiezan a aumentar las confirmaciones”, precisó. Dijo que están unos puntos debajo del año pasado, pero que esperan igualarlo al promediar el mes.

Pablo Sgubini, secretario de Turismo de Villa General Belgrano, sostuvo que la reserva actual para sus más de seis mil plazas disponibles es del 40 por ciento y que la aspiración es promediar, en las tres semanas, algo más del 60.

Para Mariano Bearzotti, secretario de Turismo de Santa Rosa, las reservas se concretan a ritmo lento y van del 30 al 35 por ciento para las 10 mil plazas habilitadas en esta ciudad, sin contar campings ni casas. Bearzotti estimó que se alcanzarán niveles similares al año pasado, con un 50 por ciento promedio y picos del 75 en los fines de semana.

“Viene tranquilo, pero mejorará desde el 17”, apuntaron desde el hotel Casablanca, de Santa Rosa de Calamuchita.

En las cabañas Am Bach, de Villa General Belgrano, comentaron que para la semana próxima registran apenas un 15 por ciento de reservas, pero que saltan a más del 90 para las dos que siguen.

En Villa Carlos Paz, el presidente de la Asociación Hotelera y Gastronómica, Rodrigo Serna, admitió que su expectativa es que baje respecto del año pasado. “La cuestión del dólar afecta a los destinos del interior, menos a los de nieve. Y falta inteligencia para promover nuestro destino para las vacaciones de julio”, sostuvo.

Serna remarcó que la hotelería ofrece tarifas casi de temporada baja “para ser competitiva y convertirse en opción”, aunque insistió en que los costos atentan contra la intención de ofrecer mejores precios.

Jessica Elliot, del hotel Howard Johnson de Carlos Paz, aseveró: “El promedio de ocupación es del 40 por ciento y está subiendo el porcentaje de reservas, con una buena impresión previa”.

En Huerta Grande, el intendente y hotelero Matías Montoto, planteó: “Hay expectativas, pero la situación económica y estas subas de los combustibles afectan al turismo. Nos toca atraer de otras maneras ante otros destinos de invierno tradicionales, pero reducir más los precios, con los costos existentes, ya es imposible”.

Fuente: La Voz del Interior