Desde esa hora era grande la columna de humo que se observaba desde la ciudad. El fuego era intenso debido al viento y los pastizales secos alrededor de los fardos.

El siniestro demandó el trabajo del personal de cuatro dotaciones de bomberos voluntarios durante el día y de dos en horas de la noche al mando del Cabo 1º, Daniel Rivalta.

Se desconoce si el inicio del fuego fue intencional.