"Héroe". Así llama el común de la gente a aquellas personas que, aún a riesgo de la vida propia, salvan a otros. "Héroe" es a partir del mediodía de ayer el sargento primero Fabián Gabriel Osella, de la Policía de Córdoba, que se arrojó a una laguna de retención y logró rescatar con vida a un niño de dos años que había caído allí accidentalmente.

Todo ocurrió cerca de las 12.30 en la esquina de Tucumán y pasaje Dos Santos, en la ciudad de San Francisco. Por esa zona circulaba en su auto particular Osella, franco de servicio (trabaja en la Policía Caminera) cuando advirtió que un chico muy pequeño jugaba solo a un costado de la laguna, según se informó desde la fuerza.

Aminoró la marcha y lo siguió con la mirada, hasta que, en pocos segundos, ocurrió lo que estaba imaginando. El niño se acercó a la laguna y cayó en su interior, sumergiéndose en el acto.

 

Osella no lo dudó. Se bajó corriendo y se zambulló en el agua. Por fortuna, rápido logró atrapar al chico y sacarlo a flote. Luego, avisó a su familia que corroboró que el niño no había sufrido ningún daño.

Osella contó cómo fue el momento del rescate. “Al ver el peligro que corría la criatura no dudé en detener mi vehículo y tratar de prevenir que caiga al agua, cuando observo por mi espejo retrovisor que estaba cayendo. Me bajo inmediatamente de mi vehículo, corro, me meto al agua y lo saco”, relató a medios radiales.

El sargento primero dijo que se bajó “corriendo” del auto “sabiendo que tenía minutos para llegar al lugar y estaba a 50 metros”.