Un equipo de científicos argentinos detectó trazas del herbicida glifosato en el 85 por ciento de los productos de higiene personal del país que contienen algodón y que se adquieren comúnmente en farmacias y supermercados. Se trata del potente herbicida que fue recatalogado en marzo como “probable carcinogénico” por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (Iarc), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los resultados del estudio preliminar fueron presentado por el doctor de Ciencias Exactas, Damián Marino; del Espacio Multidisciplinario de Interacción Socioambiental (Emisa) de la Universidad de La Plata, el pasado fin de semana en el III Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados.
“Cuando hablamos de salud pública no nos podemos callar. Los resultados que voy a presentar ahora tienen una semana y posiblemente haya mucho por hacer hacia delante”, señaló Marino antes de explicar que las muestras analizadas fueron recogidas en comercios de la zona.
“Se encaró en farmacias y supermercados de la zona de La Plata un muestreo de algodones, hisopos, gasas y artículos de uso femenino. Los resultados, si se considera la totalidad de los productos comerciales, mostraron que la detección de glifosato fue del 85% y de Ampa (el metabolito o derivado del glifosato) del 62%, mientras que si se considera los productos más básicos como algodón o las gasas, el porcentaje es del 100%”, aseguró Marino. 
Según expresó el técnico, casi el 100 por ciento del algodón que se produce en Argentina es transgénico y las aplicaciones de glifosato se realizan con el “capullo abierto”. 
“Estamos iniciando el camino para ver qué otros herbicidas se encuentran”, señaló en su presentación Marino.
“El informe nos dejó conmocionados”, señaló al respecto el médico cordobés Medardo Ávila Vázquez, participante del congreso. “Nosotros teníamos puesta nuestra atención y nos focalizábamos en la presencia de glifosato en los alimentos, pero no pensábamos que los productos que utilizamos en todos hospitales y centros de salud del país como insumo para la cura de los pacientes, están contaminado con un producto cancerígeno. Las autoridades tienen que dar una respuesta inmediata a esta situación”, sentenció consultado al respecto.
Del mismo modo, Marino analizó: “Si los plaguicidas -según otro estudio realizado por nuestro equipo- están casi en el 80% de las muestras de frutas y verduras analizadas pero además y como mínimo en el 85% de las muestras de productos sanitarios de consumo diario que analizamos, este no es un tema “de pueblos fumigados”. Es un asunto de salud pública lo suficientemente serio como para que las autoridades tomen participación en el tema”, aseveró. (La Mañana)