Miles de personas con banderas españolas se manifestaron este sábado en Madrid en defensa de la unidad de España, un día antes del referéndum de autodeterminación convocado por los independentistas en Cataluña pese a la prohibición del Estado.

La concentración más numerosa tuvo lugar en la plaza de Cibeles, uno de los puntos más emblemáticos de la capital española y sede de su Ayuntamiento, con la consigna "por la unidad de España y en Defensa del Estado de Derecho".

Cerca de 10.000 manifestantes -según la Policía- formaron un mar de banderas de España y cantaron lemas como "¡Unidad, unidad!", "¡No nos engañan, Cataluña es España!" o "Puigdemont a prisión", en referencia al presidente regional catalán, Carles Puigdemont.

"No teníamos que haber llegado a esto. Hemos llegado a un punto de no retorno", dijo Fernando Cepeda, un ingeniero de 58 años que fue a manifestarse con una camiseta en la que podía leerse un extracto de la Constitución española relativo a la soberanía nacional.

A su lado, Rafael Castillo, también ingeniero, se mostraba crítico con el gobierno español: "El Estado tiene que hacer política, tiene que convencer de lo bueno que es estar unidos, en lugar de repetir todo el tiempo que el referéndum es ilegal. Pero es que en España no hay ningún líder".

Eduardo García, un profesor de matemáticas de 32 años, acusaba por su lado a los nacionalistas catalanes de haber azuzado "los sentimientos más bajos de la gente", al pedir de la independencia coincidiendo con la crisis económica de los últimos años. "Todo esto es muy triste", lamentó.

La convocatoria de la Fundación de Defensa de la Nación Española (DENAES) a convocarse frente a los ayuntamientos de toda España reunió también cientos de manifestantes en Santander, Zaragoza o Logroño y otras ciudades del país.

Solo en Madrid hay convocadas seis concentraciones este fin de semana vinculadas al polémico referéndum independentista en Cataluña, tres a favor y tres en contra.

Decenas de personas acudieron hoy a una plaza de Lavapiés, uno de los barrios más multiculturales de Madrid, para participar en el acto de la Coordinadora 25S y la plataforma Madrileños por el Derecho a Decidir con el lema "Madrid abraza a Cataluña". Los concentrados desplegaron una bandera catalana en señal de apoyo al referéndum.

Mañana habrá otras dos manifestaciones de signo contrario en dos puntos centrales de la ciudad: una "contra la declaración unilateral de independencia de Cataluña" en la Plaza Mayor y otra "por el derecho a decidir y contra la represión" en la Puerta del Sol.

El clima de tensión e incertidumbre que se respira en España por el enfrentamiento entre el Gobierno central y el catalán dejó otra hoy imagen poco inusual en Madrid: numerosos coches y balcones de edificios aparecieron vestidos con banderas de España.

La presidenta de regional de Madrid, Cristina Cifuentes, animó esta semana a colocar la bandera en los balcones. La exhibición pública de símbolos nacionales es poco habitual en España, en parte como reacción a su abuso por parte de la dictadura franquista (1939-1975).

Menor expectativa

Por otro lado, las entidades independentistas que impulsaron el polémico referéndum unilateral soberanista de mañana en Cataluña redujeron hoy drásticamente sus objetivos de participación debido a los recientes golpes judiciales y policiales a la consulta.

Jordi Sànchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), aclaró en una rueda de prensa que el objetivo es lograr mañana la mayor participación posible, pero reconoció que llegar a un millón de votantes sería "un éxito desbordante" tomando en cuenta el "asedio del Estado".

Hace solo tres semanas, el propio Sànchez definió en una entrevista con la agencia DPA un objetivo mínimo muy superior para considerar un éxito el referéndum: "Con cualquier resultado de más de dos millones de votos favorables a la independencia, yo me sentiré cómodo".

El líder soberanista respondía así a la pregunta sobre la legitimidad de un referéndum que no establece un mínimo de participación para ser considerado válido. Más de 5,34 millones de catalanes están llamados a votar mañana de 9 a 20 horas.

Las autoridades catalanas prevén declarar la independencia si gana por mayoría simple el "sí" a la ruptura con España, un resultado que se da por hecho porque los partidarios del "no" consideran ilegal la consulta y ni siquiera hicieron campaña.

La drástica reducción de los objetivos de participación planteados por los soberanistas se debe a los sucesivos golpes sufridos por la logística de la consulta, rechazada por el Gobierno central de Mariano Rajoy y suspendida por el Tribunal Constitucional español.

La votación prevista para mañana carece de reconocimiento nacional e internacional, tarjetas censales, campaña opositora, junta electoral responsable del recuento o participación mínima. La Policía tiene además la orden de precintar los locales electorales hasta las 6 horas del domingo. Por eso, desde ayer, miles de personas tomaron las escuelas e hicieron "pijama parties" para garantizar su voto mañana.

En un nuevo golpe, la Guardia Civil ingresó hoy en el Centro Tecnológico y Telemático del Gobierno catalán e imposibilitó así el recuento telemático de votos que puedan emitirse mañana, aseguró el portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo.

"Con esta actuación se sigue poniendo de relieve algo que venimos diciendo desde hace tiempo: que este referéndum ilegal organizado por la Generalitat ya ha sido anulado por el Estado de Derecho", insistió el portavoz en la sede del Gobierno en Madrid.

Las entidades independentistas ANC y Ómnium volvieron a ofrecer hoy desconvocar la consulta si el Gobierno de Rajoy plantea un referéndum pactado antes de medianoche, un escenario que parece improbable.

Fuente; La Nación