Terminaron el secundario en 1966 y se juntan cada año para celebrar la amistad
En septiembre pasado se hicieron un viaje hasta Brasil para reencontrarse con una de sus compañeras.
María Rosa Paviolo y Alicia Caula son dos amigas de un gran grupo que conforman junto a otros compañeros de la promoción 1966 que comenzó sus estudios en el jardín Domingo Faustino Sarmiento de Devoto.
La amistad que comenzó en la niñez se extendió en la adolescencia y perduró años después. Hoy, a más de cinco décadas de haber terminado sus estudios, aún se reúnen al menos una vez al año.
El grupo no sólo está conformado por alumnos que finalizaron sus estudios en Devoto, sino también por algunos que hicieron la primera parte del trayecto pero que por distintas cuestiones se cambiaron de colegio. A pesar de ello, siguieron conectados. En total, son cerca de 25.
Alicia, por su parte, relaciona el afianzamiento en la relación entre ellos con el hecho de ser oriundos de un pueblo pequeño.
“Antes, en Devoto tenías la biblioteca, la iglesia, o el club. No era época de televisión ni de internet, ni de nada por el estilo. Entonces no había muchas opciones. La vida de pueblo cincuenta o sesenta años atrás era muy distinta a lo que es ahora”, recuerda.
Encuentros
Alicia cuenta que para volver a juntarse al término de la secundaria tuvieron que pasar algunos años. “Lo que pasa es que al principio muchos se fueron a estudiar a Córdoba”, dice.
A partir de entonces, al menos una vez al año se reúnen en Devoto para almorzar en el club del pueblo. O en otros destinos.
El hecho de que haya una de las compañeras que viva en Río de Janeiro hizo que a lo largo de los años todos viajen a visitarla. Hasta el año pasado, en septiembre, que decidieron viajar todos juntos.
“La excusa para el viaje fue que nuestra amiga cumplía 70 años. A Gustavo, uno de nuestros compañeros, se le ocurrió que podíamos ir todos. Él fue el que organizó. Fuimos 20”, sostiene María Rosa.
Para Alicia, el viaje “fue muy sanador porque nos reímos los diez días que estuvimos en Río de Janeiro, porque parábamos todos juntos. Fuimos en diferentes aviones pero paramos en el mismo hotel y algunos en la casa de Amalia”.
“Amalia es muy organizada, así que dos o tres meses antes ya tenía programado a donde nos iba a llevar. Era empezar a las 10 de la mañana y seguir todo el día. Muy lindo”, agrega María Rosa.ESTACADO)
Según María Rosa, el secreto de la amistad está en el cariño que se tienen. “Prima el cariño que nos tenemos”, resume Alicia.