El sábado 10 de junio se proyectará en el Teatrillo Municipal el largometraje “El cruce de La Pampa”, un film dirigido por David Bisbano y cuyo texto fue escrito por Rafael Bruza, un director teatral sanfrancisqueño, quien se inspiró en Severo Avaro, un conocido vecino de San Francisco que se convirtió en maratonista tras quedar ciego por envenenamiento.

En “El cruce de La Pampa”, Severo es en realidad “Alvarito”, un corredor ciego que se ha perdido en la inmensidad de la pampa y se encuentra con el doctor Villafañe, un intelectual. Ambos extraviados, uno por causas físicas, el otro por causas mentales. Cuerpo y razón no viven separados, por lo que emprenden una búsqueda personal que se vuelve conjunta.

En nuestra ciudad, por el contrario, Severo difícilmente pueda perderse pese a su discapacidad. Dice conocer de memoria todas las calles de San Francisco y aún con la grave disminución de su visión tras un envenenamiento, a los 77 años se maneja solo y se las arregla para mantenerse optimista. Sobre la película que cuenta su historia sostiene: “A mí eso me hace bien. Espero que mi ejemplo sirva para inspirar a otras personas en no caer en la depresión”.

Ejemplo de superación

En abril se cumplieron 38 años desde que fue envenenado. Pero a Severo no le gusta hablar de eso. Por el contrario, dice que pudo perdonar a la que fue su mujer y la defiende asegurando que ha sido buena madre y abuela.

No estoy dolido de lo que me ha pasado, aprendí a convivir con mi ceguera y no soy partidario de la depresión ni el suicidio”, dice tajante mientras mira al vacío. Tras el envenenamiento Severo padeció una alteración en su sistema nervioso y su capacidad de visión se redujo al 10%. “Veo el bulto-sostiene-, como en un día que hay mucha neblina”. 

Severo Avaro, personaje en la realidad y en la ficción: “Soy un optimista de la vida”

A correr por la vida

“Si vos tenés un problema no tenés que quedarte aplastado, deprimido. Mi deseo siempre fue vivir, yo soy un optimista de la vida. Hay que hacer lo contrario a la depresión, hay que agudizar los sentidos”, aconseja este hombre.

Pese a su reducida visión, nunca quiso quedarse quieto y se dedicó a correr. Empezó de a poco y para él fue un impulso para su vida. Su primera competencia fue el 1 de julio de 1982, en una maratón que iba desde el Club de Cazadores hasta Plaza San Francisco. "Llegué último- recuerda Severo - pero fue por el poco entrenamiento. Después comencé a entrenar bien”.

Luego en cinco años corrió tres maratones de 42 kilómetros; el primero, en Buenos Aires el 2 de octubre de 1988.  En las competencias se guiaba por medio de un acompañante que iba en bicicleta unos metros adelante o a veces por algún patrullero policial.

Es dueño de una memoria prodigiosa, que, según él, se debe al efecto de haber agudizado sus sentidos. Recuerda los días de sus competencias, las fechas y nombres de los presidentes de la República y cada una de las calles de nuestra ciudad y de cuantas ha visitado, entre otras cosas.

Severo padecería años después otro revés: en un accidente perdió cuatro dedos del pie izquierdo, sin embargo a los seis meses ya estaba corriendo de vuelta.

La importancia de los sentidos

Para el hombre al que suele verse caminando por las calles con su bastón blanco fue esencial agudizar sus otros sentidos para no tener que depender de nadie. “Estoy acostumbrado a valerme solo, si no lo hubiese hecho tendría que valerme de otra persona. Y al ejercitarte oís más, sentís más y duplicás la memoria”, asegura.

Pese a su edad Severo no pierde las ganas de seguir corriendo o caminar. Quiere seguir haciendo deportes y poder ayudar a otros con similares problemas a poder luchar contra las adversidades.

Sobre la película

El sábado 10 de junio, desde las 22, se proyectará en el Teatrillo el largometraje “El cruce de La Pampa”. El film dirigido por David Bisbano se estrenó recientemente en Buenos Aires y es protagonizado por Gonzalo Urtizberea y Roly Serrano.

El guión fue originado a raíz de un texto que escribió Rafael Bruza, director teatral de San Francisco, que se inspiró en Severo para crear el personaje de Alvarito.

La actividad es organizada por el taller literario municipal, dirigido por Laura Pratto.

El taller local venía trabajando sobre este personaje y han realizado diferentes producciones. Por este motivo se realizará un cruce en la película con las escrituras locales.

Además anunciaron que durante la proyección “va a haber muchas sorpresas”.

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