El médico Marcos Ordoñez (MP 26544/9), cirujano, especialista en medicina general y familiar, brindará dos charlas este viernes en la Tecnoteca San Francisco enmarcadas en los 16 días de activismo, comprendidos entre el 25 de noviembre (Día Internacional de No Violencia Contra las Mujeres) y el 10 de diciembre (Día Internacional de los Derechos Humanos).

Ordoñez se presentará primero a las 17.30 para hablar de "Vínculos saludables para prevenir la violencia de género" y luego, a las 19.30, disertará sobre "Masculinidades y perspectiva de género".

La actividad es organizada por la Municipalidad de San Francisco, a través de la Secretaría de Políticas Sociales, el Área Juventud, Punto Mujer y la ONG Mujeres con Oficios.

Ordoñez, que además es Magister en Salud Sexual y Reproductiva (UNC) y miembro del Equipo de ESI de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), pasó por La Mañana de El Periódico (FM 97.1) donde abordó ambas temáticas.

Vínculos saludables

Respecto a la primera charla, abierta pero dirigida en especial a adolescentes se hablará sobre los vínculos, cómo se establecen y por qué hay ciertas condiciones de tipo cultural que suelen determinar cierta violencia, sobre todo en el noviazgo adolescente.

“Cuando uno quiere incidir preventivamente debe ir al origen de las cosas y muchas veces hay un conjunto de prácticas naturalizadas en los vínculos, sobre todo a través de la figura de los celos que viene atada de lo que heredamos del amor, de lo que hemos aprendido”, sostuvo.

Ordoñez indicó que el amor es una “construcción cultural” que se vive de distintas maneras pero que en nuestra cultura tiene ciertos estereotipos y características que generan alguno que otro malestar en la pareja. Y ejemplificó: “Que el amor es eterno, que todo lo puede, que el amor duele, que significa pertenencia y propiedad de la otra persona… esto se aprende de chico, con la literatura infantil, juvenil, con las películas de Disney. Todo refuerza el modelo de amor romántico que posteriormente en los vínculos deviene en mucho malestar y hasta en violencia”.

El médico sostiene que no existe receta para lograr los cambios, aunque aclaró que se pueden realizar ciertos ejercicios, entre ellos “mirar críticamente el modelo donde fuimos formados” al igual que cuando se habla de los mandatos de género.

Repensar las masculinidades

Durante la segunda charla, Ordoñez indagará sobre las masculinidades y la necesidad de reconstruirlas para lograr que sean sensibles y más igualitarias.

“Es un intento de mirar esta construcción social y cultural de manera crítica, cuáles son estos mecanismos que se transformaron por sus repeticiones a lo largo del tiempo en naturales. Por lo tanto, han invisibilizado una serie de prácticas que en los hechos generan violencia”, destacó.

Aclaró que la masculinidad requiere ser repensada en conjunto, ya que no es una reflexión que alcance sólo a los hombres.

Luego, el médico habló de lo que se observa en los procesos de crianzas: “En lo lúdico al varón le ponemos la pelota, los camiones, herramientas y en el universo masculino no entra lo femenino como la casita, la muñeca, los bebés. Es un esquema que hay que romper, que aparece desde la niñez con mensajes simbólicos a donde a los varones nada de lo que tiene que ver con el afecto, lo doméstico, el cuidado le corresponde y eso genera desigualdades sobre todo en el terreno de lo doméstico”.

En relación a esto, consideró que cuando una chica pasa la frontera masculina “parece simpático”, pero aclaró que cuando es al revés y un niño hace una demostración de sensibilidad “aparece una preocupación social, está el miedo de que ese varón fracase en su construcción de identidad, de su masculinidad propuesta por esta cultura. Nosotros creemos que debe aspirar a otro tipo de masculinidad, más sensible, empática, solidaria, compañera y mucho más igualitaria”.

Por último, Ordoñez remarcó que el terreno de los juegos es el ensayo de la vida adulta y manifestó: “Si desde chico creo que no me corresponde hacer algo, será difícil involucrarme en la crianza de mis hijos o encargarme de tareas domésticas o si lo hago lo voy a hacer por una concesión pensando que no me corresponde. Lo que hay es una construcción cultural de un modelo que en otros tiempos fue funcional cuando el hombre trabajaba y la mujer se quedaba en la casa. Hoy ese modelo es inviable porque ambos –hombre y mujer- tienen proyectos de vida, de trabajo y de estudios”, cerró.

Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer